El 2 de enero de 1989 comenzó a escribirse esta historia. Con un llamado a concurso previo, con evaluación tanto de la redacción, como también de ortografía y conocimiento técnico (profesional) de temas agronómicos fundamentalmente de la región de Cuyo, la intención del entonces director de DIARIO DE CUYO, don Francisco Salvador Montes, fue "crear una sección donde tanto el agricultor, como el empresario, las amas de casa y los jóvenes en general (estudiantes o no) tengan semanalmente unas páginas donde aprender temas de campo, informarse de la innovación local, nacional y extranjera, conocer de ciencias vinculadas, asimismo de exportaciones de diferentes productos a mercados lejanos y vecinos, como también de situaciones caseras de jardinería y mantenimiento de parques, publicar calendarios de labores en hortalizas, y explicar con sencillez tareas como podas de vides, fertilizaciones en cultivos y cómo regar de manera más eficiente en este desierto". Lo recuerdo como si fuera hoy.

El examen fue tenso. Unos 17 interesados, entre enólogos, agrónomos, docentes rurales y gente de otras áreas que se arriesgaron a escribir sobre un tema y luego esperar… Recuerdo que luego de pensar un buen rato en qué temática desarrollar, elegí "Pasado, presente y futuro agrícola del departamento Calingasta", donde hice una historia de las sidreras, alamedas para maderas, cría de ovejas, chinchillas y zorros para pieles (sí señor), aromáticas varias y especias para el mercado nacional, luego pasé a contar el futuro que podía tener ese oasis. Con eso gané el concurso. Y aquí estoy.