Plantar un árbol es como bendecir un punto de la tierra, acto que pocas veces asume la valoración en nuestras vidas. Así podemos conmemorar el día Mundial de la Tierra, cultivando esta especie contribuimos con el medio ambiente y desarrollamos el ecosistema.
Para entender un poco más y crear conciencia en nuestra sociedad es que damos los conceptos de estas dos palabras tan mencionadas en estos últimos años.
El ecosistema es un bioma formado por una comunidad natural que se estructura con los componentes bióticos (seres vivos) del ecosistema, y los componentes abióticos (el ambiente físico). El concepto, que empezó a desarrollarse entre 1920 y 1930, tiene en cuenta las complejas interacciones entre los organismos por ejemplo plantas, animales, bacterias, algas, protistas y hongos (entre otros) que forman la comunidad (biocenosis) y los flujos de energía y materiales que la atraviesan.
Se entiende por medio ambiente al conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos y sociales capaces de causar efectos directos o indirectos, en un plazo corto o largo, sobre los seres vivos y las actividades humanas." (Definición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente en Estocolmo 1972).
Los árboles constituyen hasta la fecha los vegetales leñosos más altos de la tierra, los más voluminosos, con troncos que superan los seis metros de diámetro y hasta ahora los más longevos. Constituyen una parte fundamental del paisaje, desde los bosques y selvas naturales hasta el árbol urbano que es parte de nuestra ciudad.
Entre sus infinitas virtudes se encuentran la conservación del medioambiente y la biodiversidad. Los árboles crecen, se desarrollan y dominan las más diversas superficies del planeta, con excepción de los polos, islas Articas y Antárticas y los extremos desiertos. Lamentablemente en los últimos años se ha producido por ignorancia y mal manejo una destrucción de las áreas naturales, trayendo aparejado graves problemas de erosión, desertificación, destrucción y pérdida de la biodiversidad, tanto del resto de los vegetales como de la fauna. Estas áreas aportan la mayor riqueza de oxígeno que necesitan los seres vivos a través del extraordinario proceso fotoquímico y energético que es la fotosíntesis.
Por lo tanto podemos afirmar que es fundamental la preservación de las selvas, bosques y montes naturales del mundo a través del manejo sustentable y de las áreas protegidas.

