Exportaciones de langostinos y derivados hacia Australia; carne aviar a Canadá; uva fresca, arándanos y arvejas secas a China; bovinos y bubalinos en pie para reproducción a Egipto; lana ovina a Corea del Sur; semen equino a Japón y productos de la pesca a Túnez son algunos de los 26 mercados internacionales que la Argentina abrió durante el 2017 para 37 agroproductos nacionales.
En tanto, en enero pasado se concertó con China los requisitos sanitarios para la exportación de carne bovina enfriada y congelada con y sin hueso, y carne ovina y caprina de la Patagonia y Brasil autorizó el reingreso de la miel producida en nuestro país tras diez años de ausencia en ese mercado por cuestiones sanitarias. Acordar con un país los requisitos y certificados sanitarios que deben acompañar al producto agroalimentario que se exportará es una de las tareas que realiza el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en coordinación con el ministerio de Agroindustria, y otros organismos del Estado Nacional, entre ellos los ministerios de Producción y de Relaciones Exteriores y Culto. Implica esfuerzos, intercambios técnicos y negociaciones internacionales. El Senasa, además de coordinar las negociaciones fitozoosanitarias, acompaña a las inspecciones oficiales de los países compradores en su recorrida por los predios productivos, plantas de industrialización, laboratorios y empaques en el caso de las frutas donde se auditan los sistemas de control que lleva adelante el organismo sanitario para certificar la sanidad e inocuidad del agroalimento que se exportará.
Por ejemplo, en el último trimestre de 2017, profesionales del Senasa, coordinaron y estuvieron en las recorridas de las delegaciones de Perú para el establecimiento de equivalencias de productos de la pesca; de Corea del Sur para la habilitación de establecimientos de productos de la pesca; de Australia en su visita al sistema de control para la exportación de maní; de Marruecos en la renegociación del certificado sanitario para equinos en pie; de Panamá para la rehabilitación de establecimientos cárnicos bovinos y plantas lácteas; y de Corea del Sur para la habilitación de establecimientos de productos cárnicos termoprocesados.