Sobre la delicada situación del INTA, el secretario general actual del gremio APINTA (Asociación del Personal de INTA), Luis Cuesta, y el electo (que asume el 1 de octubre), Mario Romero, informaron a los medios periodísticos del sector, entre los que participó Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO, luego de una reunión en Pocito, con la gente de San Juan y Mendoza, es muy grande la incertidumbre en el sector ya que el proyecto de presupuesto 2017 ingresado a la Cámara de Diputados prevé para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) un presupuesto de $5.112 millones, que representa una reducción sobre lo requerido de $1.140 millones destinados a fines operativos que afectan el funcionamiento y el cumplimiento de los compromisos institucionales. En detalle, esta reducción implica: $218 millones menos para salarios de profesionales y científicos. Es un 15% de la planta del INTA. Amenaza concreta sobre 300 contratos y 330 de planta no permanente a partir del 1 de enero de 2017. Y 340 becarios en formación que no podrán ser incorporados a la Institución para mantener actualizada su planta profesional cubriendo nuevas áreas de trabajo o para reemplazo de vacantes generadas por jubilaciones de agentes de vasta experiencia. Preocupación porque se resienten las actividades básicas de la institución, como es la investigación y la extensión rural.

Según Romero, el presupuesto proyectado por el INTA para todo el año 2017 era de $6.250 millones, y con la reducción acordada con el Ministerio de Agroindustria, se bajó a $5.600 millones.

Entre tantos servicios que brinda esta institución, destacó que existe un servicio de radares y maquinaria compleja que da información al Servicio Meteorológico Nacional para las alertas en todo el territorio argentino, y de no tener el mantenimiento acorde, dejarán de prestar servicio. Hasta el momento, aseguró que han hablado personalmente con el Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y le han entregado una carta al presidente de la nación, Mauricio Macri.

Además de la pérdida de la autarquía para designación de RRHH de Ciencia y Tecnología, dijeron que según el artículo sexto: ‘Salvo decisión fundada del jefe de Gabinete de Ministros no se podrán aprobar incrementos en los cargos y horas de cátedra que excedan los totales fijados en el presente artículo para la Administración Nacional. El jefe de Gabinete de Ministros, de conformidad con las necesidades de estructura y dotaciones de las respectivas áreas establecidas por el Ministerio de Modernización, procederá a distribuir para cada Jurisdicción, Organismo Descentralizado e Institución de la Seguridad Social los cargos que correspondan’. Y en el séptimo dice: ‘No se podrán cubrir los cargos vacantes financiados existentes a la fecha de sanción de la presente ley, ni los que se produzcan con posterioridad, sin la previa autorización del jefe de Gabinete de Ministros. Las decisiones administrativas que se dicten en tal sentido tendrán vigencia durante el presente ejercicio fiscal y el siguiente para los casos en que las vacantes descongeladas no hayan podido ser cubiertas. Quedan exceptuados de lo previsto precedentemente los cargos correspondientes a las Autoridades Superiores de la Administración Pública Nacional’.

Para Cuesta esto dificulta que el ingreso de personal a diferentes funciones se haga con transparencia y agilidad por concursos de antecedentes y oposición por méritos (aproximadamente 500 concursos al año) y dijo que estos recortes se producen sobre una Planta que en el INTA sólo se incrementó un 2,5% en los últimos 5 años.