“Evitar el deterioro del tipo de cambio, el otorgamiento de reintegros y se aceleren las reformas son claves para las economías regionales”.

 

El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, sostuvo que “el país no debería tener déficit en su intercambio comercial porque es posible ampliar nuestra oferta y el mundo demanda nuestros productos”.

También alertó sobre la necesidad de “evitar el deterioro del tipo de cambio” y pidió que “se siga trabajando en el otorgamiento de reintegros y se aceleren las reformas para brindar mayor competitividad a las producciones de las economías regionales”, como la baja de impuestos o mejoras en la infraestructura.

 Pidió además que ayuden a que las relaciones con otros países fluyan con menos sobresaltos” y el cumplimiento, por parte de Argentina “de estándares de calidad y medioambientales en las distintas etapas del proceso de producción y distribución. 

“Argentina tiene déficit comercial, no por falta de demanda, sino por las dificultades internas que enfrentan nuestras economías, como los altos costos y el precio de nuestra moneda, que erosionan nuestra competitividad”, aseguró Iannizzotto.

 De los principales 15 destinos de las exportaciones de economías regionales, 5 pertenecen a América Latina y tendrían un modesto crecimiento el año próximo. Brasil, principal socio argentino (y con una importante demanda en economías como el arroz, peras, manzanas, hortalizas y vinos entre otras), se recupera de su crisis económica pero su proceso de expansión va a una velocidad media (se estima un crecimiento de 1,9%). Otros países como Paraguay, Bolivia y Uruguay podrían ayudar a compensar en parte el lento crecimiento del gigante de América con tasas en torno al 4% anual.

Por su parte, Estados Unidos, importante socio comercial y principal comprador de miel y vino, ha mantenido una senda de crecimiento relativamente constante en los últimos años y para el presente se estima una expansión de 2,7%.

 Todos estos valores hacen pensar en un crecimiento de la demanda de productos regionales argentinos en 2018. No obstante, cabe recordar que una inserción profunda y sostenible en los mercados extranjeros no sólo depende de la competitividad cambiaria y la evolución económica de nuestros socios sino también del diseño de una política internacional seria y coherente en el largo plazo y la evolución económica de nuestros socios sino también del diseño de una política internacional seria y coherente en el largo plazo.