Todo indica que va a nevar más este otoño e invierno en la cordillera de los Andes. Así, por ejemplo, lo afirma el geocientífico Silvio Pastore en función de la actual ocurrencia de El Niño-Oscilación del Sur -ENOS u ENSO-.
‘Según los datos con que contamos desde los laboratorios climatológicos responsables de monitorear a nivel mundial de informar sobre el Enso, no hay duda desde los informes suministrados de su presencia desde mediados de invierno del 2023 y hasta el último informe suministrado en a fines de enero del 2024 sigue presente’, señala Pastore.
Según Pastore ‘las precipitaciones níveas serían muy importantes, tal vez con volúmenes de derrame muy abundantes como los ocurridos en 1997 y 1972 con nevadas extraordinarias con derrames hídricos en el Río San Juan de 5.000 hectómetros cúbicos anuales cuando hoy hablamos de 700 a 1.000’, recordando que según el INTA local el agro sanjuanino solamente necesita hoy unos 850 hectómetros cúbicos y eso porque las políticas públicas adversas, desde el 2015 hasta acá, lo achicaron a la mitad en San Juan.
Y alertó: ‘Estos fenómenos climatológicos abren una ventana en el tiempo para llenar los diques y tal vez recargar los acuíferos. Pero para nada son el fin de la sequía’. Y al igual que otros investigadores de la región afirmó: ‘casi todos los modelos matemáticos pronostican que la sequía seguirá a largo plazo, con períodos muy cortos de 1 a 2 años de mayores precipitaciones, para volver luego a la seca’.
Por ello, ‘lo que estamos monitoreando son los impactos en nuestra región y puntualmente en los hielos cordilleranos o agua en estado sólido’.
Sin glaciares
Si bien es pronto para sacar conclusiones el glaciólogo Pastore prefirió afirmar que hay que seguir investigando el comportamiento preocupante de los glaciares en San Juan: ‘He tenido la posibilidad de estar días atrás en la Cordillera de los Andes de San Juan y la verdad es que esta ola de calor está alterando muy rápidamente los cuerpos de hielos blancos’.
‘Estoy en condiciones de asegurar que quedan pocos glaciares que se comporten como la definición lo indique’, es decir, ‘masas o cuerpos 100 % de hielo cuya génesis es la recristalización de la nieve, es decir, que presenten una zona de recarga y una zona de ablación’, alertó.
Y explicó: ‘a medida que van recibiendo nieve, comienzan a formarse y como a desplazarse y los dividimos en dos zonas: La zona alta es dónde permanente recibe precipitaciones en el invierno y es entonces la recarga. Y la zona baja, ubicada menores altitudes, por desplazarse por toda la pendiente y es la zona que todos los veranos se derrite para volver a ganar volumen después en el invierno’.
‘Hoy los podemos contar con la palma de la mano’ y las causas ‘son dos fenómenos que se sobreponen. Y lo otro es el aumento de la temperatura media del aire. Llevamos dos semanas completas en las que, más o menos sobre los 4.200 metros de altura sobre el nivel del mar, las temperaturas tanto de noche como de día nunca han sido inferiores a 0¦C. Es decir, siempre han sido positivas. Es decir que los cuerpos de hielo, por encima de esas altitudes, se han estado derritiendo día y noche. Nunca pararon de descongelarse".
Hoy, ‘solo vamos a encontrar glaciares en el Cordón de la Ramada, solamente, en el Pico 7 Ansilta, a lo mejor algo del Glaciar Totora en Calingasta y el Glaciar Olivares. En el resto de la provincia resta desarrollar estudios para confirmar lo que está pasando, pero me atrevo a decir que es la misma situación que en esos sectores’, señaló finalmente.
En julio de este año volvería La Niña
Nombre del Fenómeno climatológico El Niño, "está relacionado con algo muy importante en meteorología y en la ciencia en general, la observación. Sabemos que El Niño se relaciona con un calentamiento en el océano Pacífico en la zona ecuatorial, y La Niña es un enfriamiento", señala Meteored.
Y agrega: "Una de las primeras referencias escritas donde se mencionan posibles efectos relacionados con El Niño -por su epicentro en Navidad- en Perú, es en una carta de 1891 donde se describe como los desiertos se volvieron más verdes y se encontraron especies de peces nunca vistos".
En San Juan se caracteriza generalmente por mayores ocurrencias de vientos zondas, precipitaciones níveas en cordillera y aluvionales en precordillera.
Sin embargo este ayer viernes, el Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos publicará el jueves sus previsiones meteorológicas mensuales para el hemisferio norte, y el pronóstico El Niño/La Niña de la Oficina Meteorológica de Japón anticipó la probabilidad de regreso a una Niña.
"Aunque es demasiado pronto para predecir su intensidad o su impacto en las cosechas, los meteorólogos señalaron que se avecina un cambio hacia un episodio leve de La Niña, cuando las aguas superficiales del océano se enfrían frente a la costa tropical occidental de Sudamérica", difundió Reuters esta semana que finaliza citando importantes centros científicos.
"Tras un fuerte fenómeno de El Niño, el clima mundial se prepara para una transición hacia La Niña en la segunda mitad de 2024, un patrón que suele traer más precipitaciones a Australia, el Sudeste Asiático y la India, y un tiempo más seco a las regiones productoras de cereales y oleaginosas de América", según meteorólogos y analistas agrícolas entrevistados.
"La inmensa mayoría de los modelos meteorológicos apuntan hacia una Niña débil en la segunda mitad del año o hacia el último trimestre. Uno de cada 25 modelos meteorológicos muestra una Niña fuerte", afirma Chris Hyde, meteorólogo de Maxar, con sede en Estados Unidos.
Según el informe, "los climatólogos estadounidenses prevén la llegada de La Niña a finales del verano o principios del otoño en el hemisferio Norte". Agregando que "el inicio de La Niña en julio-septiembre podría provocar un otoño boreal seco", tema con el que San Juan deberá lidiar para sobrevivir en este desierto sin agua.
Así, "tras un fuerte fenómeno de El Niño, el clima mundial se prepara para una transición hacia La Niña en la segunda mitad de 2024, un patrón que suele traer más precipitaciones a Australia, el Sudeste Asiático y la India, y un tiempo más seco en América, según meteorólogos y analistas agrícolas".