Nadie es infalible y esa es la verdad, sobre todo cuando de paternidad se habla. Creo que si se hace una encuesta sobre cuál es el día más feliz de su vida y casi todos responderían, "el día que fui padre por primera vez", y así es lo que muchos hombres sienten cuando son papás.
Pero a la hora de ser padres por vez primera también todos replican el dicho tradicional: "Nadie nace con un libro bajo el brazo", pero la paternidad de épocas pasadas no es igual a estos tiempos. El rol de padre tomó un giro importante debido a las circunstancias de la vida moderna tales como, trabajo de ambos, tiempo, tareas en el hogar, etc.
La Dra. Elvira J. Fioravanti, pediatra y neonatóloga así lo afirma, "Actualmente se considera a la pareja embarazada. Papá y mamá concurren juntos a los controles obstétricos, a los cursos de trabajo de parto y a las consultas prenatales con el pediatra. En el parto la mamá es acompañada por su pareja y ellos colaboran activamente en esos momentos con la contención afectivo-emocional que tanto necesitan las mamás. Pero hoy hay un cambio importante, es que el papá concurre a los controles que se realizan a su bebe con mucho interés para involucrarse en el manejo del recién nacido (cambio de pañal, higiene del cordón umbilical etc.), debido a que el rol se comparte. Además la pareja se preocupa porque el bebe reciba todos los controles médicos como: el fondo de ojo (OEA), análisis y la inmunización que le corresponde según la edad’.
Esto no implica que a pesar de sus inquietudes, existan miedos que acompañan a la pareja y tienen que ver con el temor de no saber ser buenos padres en la crianza del hijo. La Lic. Liliana Gattoni de Ferrari explica,"En el hombre hay cambios importantes ante la llegada del primer hijo, se instala un proceso llamado de paternalización, que consiste en cambios o manifestaciones emocionales que tienen que ver con este hijo que será el portador de rasgos, del apellido y de la trascendencia, además en la fantasía puede ser el portador de todos los deseos incumplidos por él. El padre es el verdadero sostenedor durante el embarazo y es el que probablemente esté más afectado en la situación de ansiedad, ya que si bien él no lleva físicamente al hijo, si lo hace psíquicamente. Su acompañamiento durante el embarazo, nacimiento como el resto de la vida es fundamental ya que un padre presente es el segmento natural y real entre la madre y el hijo".
Y, agrega la Dra Fioravanti, "Para nosotros, los pediatras, que tenemos años en el consultorio nos llena de asombro y felicidad ver a los papás con sus bebes y su bolsito a cuesta, traerlos solos a control porque la mamá está trabajando. Ver lo bien que se desempeñan y la relación que establecen con el bebe durante toda la consulta. A través de mis años de experiencias en Neonatología y haciendo consultorio, el primer año de vida del bebe, veo muchos padres que concurren juntos, consultan activamente en las variables de alimentación, preparación de alimentos, estimulación, etc. Los controles periódicos mensuales durante el primer año de vida de los bebes son fundamentales para evaluar el correcto crecimiento y desarrollo. Detección precoz de patología predecible que se pueden corregir con intervenciones mínimas en el momento adecuado, inmunización para prevención de enfermedades infecciosas y también la contención que necesitan esos padres. En resumen la tarea del pediatra no solo es con el bebe, nosotros atendemos a 3 personas que llegan a la consulta con distintas necesidades, por eso somos un poco médicos de la familia. En la actualidad la mayoría de las mamás trabajan; así que después de su licencia, necesitan del apoyo de su pareja para poder continuar con la lactancia y cumplir con las obligaciones. Por esto es fundamental que el papá se involucre en la las nuevas tareas’.
La psicóloga dice: "El rol del padre siempre ha sido fundamental para que con su fortaleza sea quién contiene a la unidad madre-hijo que desde la concepción ya es factible de trastornos físicos y emocionales dada la alta vulnerabilidad en que se encuentran ambos. El papá es quién brinda seguridad, contención en los momentos difíciles y la estabilidad para que ese núcleo familiar se desarrolle adecuadamente. Un hijo convierte a esta pareja en una familia. Si la pareja está bien integrada, la crianza de este primer hijo es satisfactoria para ambos; le compete a este padre el acompañamiento del bebé en todo su desarrollo, lo que le posibilita ejercitar su rol paterno. Pero no todos lo viven así, ya que cuando el hijo es vivido como un rival, el hombre siente que este tercero lo separa de su mujer. Cuando esto resulta intolerable para el psiquismo de este hombre, se puede llegar a situaciones extremas de abandono de la madre y el hijo. De este modo la especialista en psicología aclara cuál es el momento oportuno para consultar con el profesional, y esto ocurre cuando dos personas no le pueden dar cabida al hijo, o cuando la mujer no lo incluye al padre en la crianza del bebé. La consulta con el profesional será satisfactoria para no afectar a este niño en su crecimiento, desarrollo y a la pareja en sí misma. Un mal rol paterno incide en el desarrollo psíquico del infante, compromete los procesos de identificación en cuanto a los roles que se desempeñan en el hogar. Si un niño no tiene un padre presente, le cabe a la madre el desarrollo de todas estas funciones lo que implica un trabajo psíquico muy importante’, finaliza la psicóloga.
Por esto para terminar, la Dra Fioravanti dice: "El rol del padre siempre ha sido fundamental para que con su fortaleza sea quién contiene a la unidad madre-hijo que desde la concepción ya es factible de trastornos físicos y emocionales dada la alta vulnerabilidad en que se encuentran ambos. El papá es quién brinda seguridad, contención en los momentos difíciles y la estabilidad para que ese núcleo familiar se desarrolle adecuadamente".

