Agradecimientos:
Ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina
Directora de la Dirección de la Niñez, adolescencia y familia, Viviana Meglioli
Juez del II juzgado de familia, Dr. Gustavo Almirón
Movimiento Familiar Cristiano, José Román y Liliana Pérez
El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.
El maltrato infantil es un problema mundial con graves consecuencias que pueden durar toda la vida. A pesar de las encuestas nacionales y provinciales recientes, faltan todavía datos acerca de la situación actual en todos los sectores sociales.
El maltrato infantil es complejo y su estudio resulta difícil. Las estimaciones actuales son muy variables, dependiendo del lugar y del método de investigación utilizado.
De cualquier modo, los estudios internacionales, según la OMS, revelan que aproximadamente un 20% de las mujeres y un 5 a 10% de los hombres manifiestan haber sufrido abusos sexuales en la infancia, mientras que un 23% de las personas de ambos sexos refieren maltratos físicos cuando eran niños. Además, muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención (abandono, explotación) y de daños de violencia física. Se calcula que cada año mueren por homicidio 34.000 menores de 15 años. Esta cifra subestima la verdadera magnitud del problema, dado que una importante proporción de las muertes debidas al maltrato infantil se atribuyen erróneamente a caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas. El caso Camila, los menores que trabajaban cosechando y los menores delincuentes y drogadictos, son los casos que conmueven a la sociedad sanjuanina por tomar carácter público y notorio. Pero seguido de esto hay miles de otros casos que no se conocen por guardar silencio o por connotaciones sociales. Por ello consultamos a profesionales para reflexionar juntos, tomar conciencia y movernos desde la individualidad para así llegar al objetivo común como sociedad. Las preguntas formuladas son iguales para todos los consultados.Educar en tiempos modernos y caminar al lado de nuestros hijos es la tarea más difícil hoy.
Los profesionales responden…
1. ¿Cuál es la causa de semejantes hechos?
No hay una única causa, median cuestiones económicas, de hacinamiento, promiscuidad, educación, que relajan y tornan difusas pautas culturales e institucionales poniéndolas en crisis. Aparecen así hechos de violencia doméstica respecto a niños, ancianos y su abandono; la explotación de niños, etc. Dr. Gustavo E. Almirón, juez del II juzgado de familia.
El maltrato, abandono o explotación infantil, son formas de violencia hacia los niños y que resulta imposible hablar de "la causa’. Se trata de fenómenos de alta complejidad, que son multicausales y, como tales, requieren soluciones que atiendan los diferentes aspectos que
implican, así como varios factores que deben involucrarse y asumir un corresponsabilidad.
Las formas de violencia a la que se exponen niños y niñas, varían según la edad o etapas de desarrollo. Además de la violencia física existen otras formas como el abandono y la negligencia, la discriminación y la estigmatización. Cualquier forma de violencia produce un impacto muy negativo en los niños víctimas. Les provoca rabia, frustración y desesperación,
conduciéndolos a la depresión y la baja estima, y a menudo también a la apatía por la escuela y al fracaso escolar. Así mismo produce serias consecuencias físicas y mentales en el desarrollo futuro y en la vida adulta. Además de las huellas que deja en sus víctimas directas, provoca ansiedad y escepticismo en el entorno próximo amistades, familia o escuela. La violencia en la escuela sigue siendo un dramático factor de exclusión. En la actualidad estos hechos impactan cuando se mediatizan, pero la realidad es que, hechos como estos siempre han sucedido. Toman fuerza, lamentablemente por el impacto que origina la noticia. Lo cierto es que hay otros muchos casos que se suceden en lo cotidiano que muchas veces son naturalizados y donde no hay una reflexión o compromiso social, hay más bien un silencio cómplice del entorno de quien es violentado. Hay una cultura del silencio, amparada en aquello de "no es asunto nuestro’, "de la puerta para adentro es tema nuestro’, "ellos tienen que arreglar sus problemas’…Y lo triste es que detrás de esa cultura, suceden hechos aberrantes. Es importante aclarar la violencia que atraviesa toda la sociedad. No es un problema exclusivo de un sector social o de los más pobres. Sin embargo existe una tendencia de estigmatizar y criminalizar a aquellos sectores de bajos recursos y asociarlos o vincularlos con este tipo de hechos. Ministro de Desarrollo Humano Daniel Molina y la Directora de la Dirección de la Niñez, adolescencia y familia, Viviana Meglioli.
Sin duda alguna las situaciones de violencia, abandono y maltrato infantil son una herida social que, en contraposición a nuestros anhelos, vemos que se está agudizando. Cada noticia que escuchamos sobre casos de niños víctimas de violencia o maltrato nos apena profundamente. Existen diversos factores a los cuales podríamos atribuir éstos hechos, sin embargo, debemos mirar con detenimiento cómo son las relaciones en el ámbito más íntimo y cercano
del ser humano, en el núcleo social primario de toda persona: su familia. Observamos relaciones en las que el afecto, el cariño, la paciencia, la comprensión están prácticamente ausentes. Por el contrario: son el mal humor, la intolerancia y la falta de respeto por el otro las notas que empañan éstos vínculos, deteriorándolos, quebrantándolos hasta llegar a enfermarlos. Liliana Pérez y José Román, Presidentes del Movimiento Familiar Cristiano.
2. Cómo sociedad ¿dónde tenemos puesta la mirada?
No hay una mirada única, cada agente social, cada actor social en el rol que le toca jugar, tiene una mirada especial, en general partiendo de hechos o circunstancias particulares que caen bajo su conocimiento. Falta una mirada desde lo general que ordene de alguna forma los esfuerzos inconexos. Dr. Gustavo E. Almirón, juez del II juzgado de familia.
La sociedad aún no ha visualizado el impacto negativo que provoca tolerar hechos de violencia o maltrato. No asume el impacto que tiene sobre la comunidad toda. La sociedad se expresa por lo general para criminalizar un hecho de violencia, pero no tiene una respuesta, un compromiso por lo que sucede cuando ese hecho de violencia está vinculado al entorno más cercano, a la vida de una familia, de una comunidad. No logra asumirse como corresponsable de estos hechos. ¿Cómo es posible que una familiar llame al 102 para denunciar en forma anónima que en su casa, alguien maltrata de forma aberrante a un niño y no tenga un compromiso activo por defender a ese niño, que en sus narices recibe cada día los más aberrantes hechos de violencia?. Y, que cuando el hecho toma estado público porque se llegó al extremo del maltrato, por un lado la reacción de la familia, sea la de comenzar a acusarse unos a otros sobre lo que debieron hacer y no hicieron… Por otro lado es la sociedad la que pone la responsabilidad en el Estado por lo sucedido y la verdad que Estado, Familia y comunidad o sociedad tienen una responsabilidad compartida o activa. No puede haber una política social exitosa sin el compromiso de estos tres actores. Ante un hecho de violencia la gente reacciona violentamente al menos en el discurso, planteando una cuestión moral o ética y en el peor de los casos haciendo apología de la violencia… Creemos que tanto la ética como la moral debe incluir conceptos como ,la solidaridad el compromiso e igualdad para poder avanzar como sociedad.Ministro Daniel Molina y directora Viviana Meglioli.
Si existe un niño víctima de violencia o maltrato, es porque existe una familia que debe recibir el acompañamiento y el tratamiento adecuado. Brindar protección a un niño, separándolo del contexto donde se produce el maltrato, es solo un remedio primario y parcial, porque se debe atender también a la causa que lo produce y dar a ésta la atención necesaria. En otras palabras, el hecho de sacar al menor de su casa, no pondrá punto final a la violencia en esa familia. Se debe atender también a esa familia. José Roman y Liliana Pérez, Mov. Familiar cristiano.
3. Creemos los adultos que, ¿está correcto abrir cada vez más centros, hogares, instituciones para chicos maltratados?
El hecho que se abran casas, centros o instituciones para atender los casos puntuales, es necesario, porque se requiere la atención. Atención que debe tender a ser integral, esto es hacer participar a los responsables del niño.Dr. Almirón.
La institucionalización de niños víctimas de violencia y o maltrato es la expresión mas clara, de cómo fracasó la familia, la comunidad y Estado en proteger una víctima de violencia o maltrato.
La institucionalización es una revictimización del niño que pasó por un hecho de violencia. Frente a la imposibilidad de que un niño pueda volver a su entorno familiar nuclear por ser víctima de violencia, nos obliga como Estado (poder ejecutivo, judicial y legislativo) a encontrar en el ámbito de la familia ampliada o el entorno comunitario, alguien que pueda atender y proteger al niño de esta situación que vivenció, lamentablemente mucha veces cercano a su vida afectiva. La institucionalización es, siempre, la última opción y por el menor tiempo posible.Ministro Daniel Molina y Viviana Meglioli.
Los espacios posibles en los que se brinda protección, asistencia y custodia a los niños que sufren éste flagelo tales como los centros e instituciones especializadas, cumplen sólo con esa función. Pero un niño necesita vivir, crecer, desarrollarse y educarse en un ámbito familiar. Es la familia el ámbito social primario donde se va formando la persona en sus diferentes dimensiones: biológica, psicológica y social. Por ello, lo más saludable para un niño que ha vivido el terror del maltrato, es una nueva familia, en la que encuentre el remedio a su gran dolor y pueda sobreponerse y fortalecerse desde el amor y la contención. En éste sentido, una solución posible es la adopción que les permitirá a ese niño tener una nueva oportunidad. José y Liliana del Movimiento familiar cristiano.
4. Si esto es correcto, ¿hacia dónde van nuestros valores y principios, que los más vulnerables sean los castigados?
El hecho que se le brinde atención y protección a un chico, no constituye un castigo, ambas atención y protección constituyen una obligación, de los padres primero, de la sociedad y el estado luego.Dr. Almirón.
Escuchar a los niños nos provee de mejores herramientas para apoyar a las víctimas y nos ayuda a desarrollar canales de información apropiados reforzando los mecanismos de prevención de la violencia, mejorando su autoestima y dándoles seguridad para denunciar casos de violencia sin miedo de represalias o de indiferencia, este creo que es el principal rol de la familia. En este sentido hay que generar modalidades de intervención desde dos puntos de vista, que sólo la podemos separar para esquematizar esta reflexión, pero nunca en la realidad:
1- Desde una punto de vida de una política para la familia.
2- Desde un punto de vista de una política para la niñez.
Desde un punto de vista de una política para la familia, es fundamental el trabajar vínculos saludables como núcleo de toda la cuestión. Vínculo no como concepto abstracto sino como punto central de las relaciones familiares, donde padres e hijos construyen su identidad, su afectividad y sus modelos relacionales desde la concepción, con especial énfasis en los
primeros años de vida. Para lo cual se genera una agenda que contribuya a la promoción de la
familia, educación y orientación y apoyo socio familiar. Son responsables de esto, el Estado, las áreas de familias, lo municipios, el sistema educativo, las iglesias y quienes promueven la responsabilidad social de las empresas. Es fundamental acompañar a las familias, para que sean ellas las que puedan ayudar a los niños e inclusive para alertar a sus miembros cuando se está en una situación de riesgo vinculada a la violencia o el maltrato.
Y desde un punto de vista de políticas para la niñez. Es importantísimo garantizar el que los niños puedan expresarse, puedan hablar de lo que sienten, de lo que vivencian dentro de sus propias comunidades educativas, de sus barrios y lo que es más importante aún de que pueda hablar sobre lo que significa la experiencia de convivir diariamente en ese ámbito privilegiado que es su propia familia.
Cuando comenzamos hace 7 años con los Congresos de niños, lo que nos propusimos como gobierno era justamente garantizar que los niños nos puedan decir a los adultos lo que piensan en forma colectiva sobre un tema en especial. Es como comenzar a instalar la importancia de la voz de los niños, es decirles a los niños ustedes deber hablar de todo lo que les pasa a nivel personal, y también de los que perciben en la sociedad. Creemos que son los niños, niñas y adolescentes los que van a producir ese cambio de la cultura del silencio, frente a los hechos de violencia y maltrato. Pero para eso, hoy es indispensable cuestionarnos ¿cómo nos vinculamos como sociedad adulta con los niños?. Si aún seguimos pensando que los niños y adolescentes son los "menores’, que se deben callar por que los únicos que hablan son los adultos, pues seguiremos replicando la cultura actual de no involucrarse frente al sufrimiento del otro, e inclusive lo que es peor, el niño no podrá ni siquiera hablar de lo que él puede estar sufriendo como víctima de violencia y maltrato. Ministro Molina y Viviana Meglioli.
José Roman y Liliana Pérez no contestan.
5. El rol familiar, tantas veces mencionado, ¿está preparado para el acontecer social moderno? (educación, límites, contención, tentación, etc.)
El rol familiar se encuentra jaqueado, los cambios culturales y sociales se producen a diario, la realidad se nos presenta día a día con nuevas exigencias en todos los órdenes y eso impacta en la estructura familiar; los límites de ayer hoy no tienen virtualidad o quedaron en el olvido; las formas de contención van variando en función que la comunicación entre los integrantes de la familia; las necesidades de cada integrante del grupo familiar se van separando de las necesidades del grupo, apareciendo individualidades reunidas, más que una estructura familiar con roles definidos. Dr. Almirón.
La solución no es mágica y requiere un profundo compromiso. Debe hablarse seriamente de estos temas y permitirles a los niños y los adolescentes opinar sobre lo que significa para ellos la violencia y el maltrato. Abordar el problema en su multidimensionalidad, atendiendo la
complejidad que le es inherente. ¿Cuántos niños viven situaciones de violencia en sus propias escuelas con sus grupo de pares, y sus padres lo ignoran?; ¿Por qué esos niños no cuentan a sus padres lo que viven? El gran desafío para un padre hoy es recuperar el dialogo con sus hijos y el tiempo compartido de calidad, esto es preventivo, saludable para el vínculo toda vez que lo fortalece. Ayudarlos a interpretar un hecho de violencia o maltrato y educarlos para vivir una vida sin violencia. Nuestra sociedad actual no sólo sabe de violencia física, hay una violencia que genera mayor daño aún, que es la violencia del individualismo, la violencia del descompromiso, la violencia de la apatía, la violencia del silencio ante la injusticia, la violencia del odio y el rencor ante el diferente, la violencia del silencio ante lo injusto, y sobre todo la violencia del desprecio hacia el otro. Ministro Molina y Viviana Meglioli.
La familia se encuentra inmersa en una cultura en la que reinan las comunicaciones y sin embargo entre esposos, padres e hijos, hermanos estamos cada vez más incomunicados; una cultura en la que domina la inmediatez, el "ya’, el "ahora’, lo que nos hace postergar lo valioso y verdaderamente esencial del tiempo compartido con los seres queridos, una cultura donde dominan las pantallas: el televisor, el monitor, el celular y hasta a los seres más queridos y cercanos terminamos viéndolos y saludándolos a través de las pantallas. Sin desmerecer el inmenso y valioso avance de la tecnología y de las comunicaciones, que nos regalan oportunidades antes imaginadas, no debemos perder de vista lo esencial de nuestras vidas. La familia debe ser la verdadera educadora, la que pone los límites, la que crea y fortalece los lazos humanos. Y esto sí creemos que es un verdadero desafío actual para la familia. Padres que creen que el "tener’ hará felices a su hijos, que con ello desarrollarán mejor sus potencialidades. Pero lo importante es "ser’: ser padre, ser familia, cumpliendo la función específica de educadora de valores que son los que el niño necesitará para ser un buena
persona, un buen ciudadano y buen cristiano. José Roman y Liliana Pérez.
6. ¿Cuál es la solución del problema?
Reforzar la institución familiar en todos sus aspectos, como contenedora de todos y cada uno de sus integrantes, con roles definidos y respeto a cada individualidad para que cada uno busque y encuentre contención en la institución, no mera satisfacción de su particularidad. Recuperar el sentido de pertenencia, valores como el respeto a los mayores, la protección y cuidado de la prole, etc. Dr. Almirón.
Terminar con la violencia hacia los niños resulta urgente, ellos no pueden ni deben esperar. Ninguna forma de violencia contra los niños se puede justificar y toda violencia se puede prevenir. Le corresponde al Estado actuar frente a este tema cumpliendo con las obligaciones, pero no puede hacer el trabajo solo, todos los sectores, todas las personas comparten responsabilidades de condenar y prevenir estos hechos.Ministro Molina y Viviana Meglioli.
Si bien pareciera que todo es responsabilidad de la familia, de ninguna manera lo es. La familia debe cumplir con su rol dentro de la sociedad, un rol que es indelegable, pero las problemáticas sociales tales como la inseguridad, el
desempleo y subempleo, etc. que exceden, y afectan a la familia, deben ser debidamente atendidas. En otras palabras, cada cual debe cumplir con el rol que le compete de modo de contribuir al desarrollo social. José Roman y Liliana Pérez.

