Por Paulina Rotman 
Fotos: Federico Levato y colaboración MPBA 
 
En papel. De tapas duras. De tapas blandas. Virtual. Cualquier soporte sirve para adentrarse en el maravilloso mundo del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson (MPBA), un ícono en el patrimonio cultural y artístico de la provincia sin lugar a dudas.  

El libro es un material informativo e histórico del museo, pero también refleja y pone en valor buena parte de las obras pictóricas, escultóricas y fotográficas que conforman el patrimonio del museo. 

Justamente con un libro -en papel y virtual- es como decidieron plasmar buena parte de la historia y valorar la colección de este espacio que la semana pasada cumplió 80 años, desde aquel 26 de noviembre de 1936 cuando se cortaron las cintas de un museo en calle Rivadavia entre Salta y España, edificio que no era propio, como tampoco lo eran las obras que se exhibían en esa oportunidad, según cuentan los relatos de ese momento. En todos este tiempo, pasó por diferentes domicilios hasta tener el suyo propio en la flamante, moderna e imponente construcción sobre Avenida Libertador (frente al Parque de Mayo) y hasta la fecha se adquirió y se recibieron donaciones de particulares, artistas locales, nacionales y extranjeros más instituciones, galerías y coleccionistas hasta completar una colección de 1.300 piezas, entre pinturas, esculturas, grabados, dibujos y obras contemporáneas en las que se incluyen videos, fotografías e instalaciones. Sólo el 20% está en exposición. 

Más de cuatro años de trabajo implicó la publicación de "Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. Historia y colección”. Es que no bastaba con que referentes en el tema aportaran sus análisis y conocimientos. A mitad de camino de la escritura, la dirección del museo -que desde el 2008 está a cargo de Virgina Agote- decidió hacer un alto en la edición porque entendía que antes de volcar la información en un libro, había que reorganizar la colección e investigarla en profundidad, acción que hasta ese momento no se había realizado. Entonces se convocó al docente y curador Roberto Amigo, quien junto a un equipo de investigadores del museo (integrado por Emanuel Díaz Ruiz, con la colaboración de Alberto Sánchez Maratta, Isabel Rostagno, Julieta Sepúlveda y las pasantes universitarias Inés Sández y Belén Ramírez), tuvo la titánica tarea de fichar, inventariar, catalogar, estudiar la procedencia y valor, entre otros detalles técnicos, de cada una de las obras del museo. 

Una vez terminado ese trabajo, entonces estaba todo en condiciones para empezar a bocetar el libro -el primero de su tipo, aunque la institución publica catálogos de algunos de los pintores sanjuaninos que han sabido exponerse, tales como Miguel Burgoa Videla, Bibi Zogbe hasta Franklin Rawson-. ¿Los resultados? Un material impecable de más de 300 páginas al que le hicieron sus aportes teóricos en los diferentes capítulos el profesor de Estética y Hemenéutica Eduardo Peñafort (que se explayó sobre "El arte sanjuanino del siglo XX en el MPBA”), la artista plástica Silvina Martínez (que indagó sobre el "Desarrollo del arte en San Juan desde principios del siglo XIX hasta 1970”, el propio Roberto Amigo, que puso en contexto la colección propia, según las diferentes etapas y los exponentes de quienes hay obra en el museo. 

Además hay dos capítulos más del libro de autoría de su directora -Virginia Agote-, quien hizo una reseña general del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson y los desafíos de la historia y del arquitecto Alberto Petrina, que posó su mirada en el nuevo edificio del museo como un ejercicio de continuidad, innovación y síntesis. 

 "Era un gran anhelo tener el libro propio del museo como sustento de nuestra identidad artística y como soporte para que se conozca el tesoro artístico que tenemos en San Juan. Este material abre las puertas a la investigación y por qué no al conocimiento. Hasta aquí llegamos gracias a las politicas culturales y de difusión del patrimonio del Ministerio de Turismo y Cultura que permitió concretar este sueño”, resume orgullosa Virginia Agote, quien sabe que decir "hasta aquí llegamos” es un mero formulismo. De hecho, ya se está trabajando en las investigaciones que harán de soporte para un segundo tomo, que complementará la primera edición basada en la pintura, la escultura y la fotografía. Esta vez la mirada estará puesta en los grabados y los dibujos. Se estima que dos años más, habrá un nuevo libro por presentar. 
 
  
Presentación en sociedad 

"Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. Historia y colección” es el nombre del material súper completo e interesante que se presentó este viernes. Fueron algunos de los autores, los encargados de hacer la reseña de lo que escribieron en una mesa redonda que se propuso repensar "el museo, entre pasado y presente, articulaciones y derivas posibles”, tal como se le llamó a la actividad en el marco del aniversario. Palabras más, palabras menos, estas personalidades reflejaron los capítulos del libro que tiene más de 300 páginas dónde se combina un contenido con rigor histórico y artístico, pero además se ilustra con imágenes de las pinturas y esculturas que son parte del caudal de la institución. Así, disertaron Eduardo Peñafort, Silvina Martínez, Roberto Amigo y se sumaron las visiones de especialistas de la talla de Juan Mariel Erostarbe y Alberto Sánchez Maratta. 
 
  
Ejemplares para todos 

Exactamente 4.000 es la cantidad de libros impresos por la dirección del museo, en su primera edición. Algunos de estos ejemplares serán distribuidos de forma gratuita en todas las instituciones escolares -con ayuda del Ministerio de Educación- y bibliotecas populares de la provincia. Pero además llegarán a las manos de las familias de los socios fundadores, entre otros sanjuaninos que han sido benefactores de la entidad a lo largo de su historia. 
De todos modos, la idea es que el libro trascienda más. Es por eso que ya empezaron a enviarse a bibliotecas nacionales, museos del país y universidades, con la clara intención de difundir el tesoro artístico que aquí se resguarda. También habrá una distribuidora que lo ofrezca en las librerías del país. 

Además, los particulares interesados en la obra del museo pueden adquirirlo en la "Tienda del Museo”, por un costo que va entre los 800 y los 1.000 pesos dependiendo del tipo de encuadernación (si es tapas duras o blandas). Ya se está trabajando en un compendio traducido al inglés para adosarlo al original y poder ofrecerlo a los turistas del exterior que llegan a recorrer el museo. 

Sin embargo, hay todavía una forma más práctica de acceder al material: en la página web del museo -www.museofranklinrawson.org- está disponible en PDF. Se puede bajar de manera gratuita. 
 

 
El Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson tiene a grandes exponentes en su colección. Entre las 1300 piezas se pueden encontrar obras de Alberto Guttero ("En la playa”, yeso cocido sobre madera de 1928), Lino Enea Spilimbergo ("Figuras”. óleo sobre telas 1939), Benito Quinquela Martín ("Calentadores de chapa en el astillero”, óleo sobre tela de 1932) y Franklin Rawson ("Retrato de la familia de Cirilo Sarmiento”, óleo sobre tela 1855), entre muchos artistas más.