Una idea muy buena y sin precedentes en otros yacimientos mineros del país: un proyecto agroindustrial y turístico previsto en mina Gualcamayo para cuando ya no haya minería.
La idea es plantar olivos, vides, frutales, además de hacer una aceitera en la que se aproveche las aceitunas del lugar, un hotel y cabañas para alojamiento e incluso hasta una zona hortícola en la que se plantará verduras para abastecer la cocina del campamento. La primera etapa comenzaría en 2014 y es por ello que actualmente se efectúan tareas de delimitación del terreno, caminos de acceso para las líneas eléctricas y una estación de bombeo de agua subterránea.
Generado desde Minas Argentinas SA (MASA), la subsidiaria de Yamana Gold en Jáchal, se trata de un proyecto cuya particularidad es que no forma parte del plan de cierre de mina, sino que fue concebido con una visión de futuro relacionado al concepto de sustentabilidad que maneja la empresa. “No tiene que ver con el cierre de mina sino con las obras de desarrollo sustentable que se generan desde Minas Argentinas para las comunidades de influencia de Gualcamayo. En la declaración de impacto ambiental de Gualcamayo ya se había contemplado un ambicioso plan de forestación en las zonas próximas a la ruta 40, por donde se ingresa al yacimiento. A medida que maduró la idea, apareció esta iniciativa que permitirá además generar nuevos puestos de trabajo y más desarrollo para la región”, explicó Marcelo Agulles, coordinador de comunicaciones de MASA. Según datos oficiales de la empresa, actualmente Gualcamayo consta de siete años de vida estratégica factibles de ser ampliados mediante exploraciones; por lo que un proyecto de estas características definitivamente será un valor agregado a la comunidad.
La zona prevista para el asentamiento del proyecto es en las laderas de acceso a la mina, pasando la garita de ingreso situada sobre ruta 40. Son 15 kilómetros distribuidos en 4 mil hectáreas de las cuales se utilizarán 400, cuyo desarrollo previsto se fraccionó en etapas anuales que completarán 8 años de extensión total. “El área seleccionada consta de las condiciones agronómicas adecuadas para el proyecto, es decir que tienen la calidad de suelo, agua y clima ideales para su desarrollo”, detalló Eduardo García, de Pie de Monte SRL, consultora local encargada del diseño de esta propuesta.
Según la fuente, el inicio del emprendimiento comenzará con el implante de olivos (Arbequina y Picual, algunas de las variedades) con el fin de que vayan adaptándose al entorno en forma natural. Tiempo después se plantarán frutales, vides para vinos de altura (Sauvignon Blanc, Viognier, Malbec y Bonarda entre los tipos de uvas previstas) y la zona de chacra, en donde se sembrarán las hortalizas destinadas a abastecer la cocina del campamento.
Se prevé que la distribución en terreno será de 100 hectáreas para uvas y hortalizas y las 300 restantes destinadas a los olivos. “Estimamos que a partir del segundo año en el lugar ya comenzarán a verse los cultivos, zona de administración y depósitos de maquinarias. A partir del 3 ó 4 año ya debería comenzar el montaje de la fábrica de aceite porque para esa época los olivos ya dispondrán de frutos”, precisó la fuente.
La parte agroindustrial del proyecto es en cierto modo su centro neurálgico. En principio porque la fábrica también podrá ser abastecida por plantaciones de olivos de zonas aledañas como Guandacol, por ejemplo, y en segundo lugar porque allí también podrán hacerse conservas derivadas de la aceituna o de los frutales plantados en el emprendimiento cuando las condiciones del mercado lo amerite o no sean buenos tiempos para el aceite. “Todo esto teniendo en cuenta una ubicación privilegiada, porque una vez finalizado el proyecto estimamos ya contar el Corredor Biocánico, nuestro acceso directo a los puertos y la llave para exportar los productos producidos en origen en forma rápida y a bajos costos”, explicó García.
El costado turístico de la propuesta estará dado por la construcción de un hotel y no más de 12 cabañas, infraestructura que comenzará a construirse una vez finalizado el montaje de la fábrica aceitera. Estas unidades habitables deberán tener capacidad para albergar a unas 80 personas estimativamente. Desde ya se planifican actividades que tendrán como eje el agroturismo, a la vez de aprovechar la cercanía de la mina y su régimen de visitas al yacimiento.

