Desde muy pequeña Analía Brizuela ya demostraba con hechos su gran amor por los animales. No faltaba oportunidad para que rescatara perros, gatos o lo que fuera. El tiempo pasó y cada vez que acudía a ayudar se encontraba con las mismas personas, pero sobre todo si se trataba de ayudar a caballos abandonados, maltratados o explotados. Así fue que hace un año, junto con otras personas, crearon ‘Rescate Equino San Juan’. Una entidad sin fines de lucro que se sostiene gracias al aporte mensual (50 pesos), de sus cerca de 50 socios, y aportes que realizan amigos para ayudar a pagar un veterinario y sostener las campañas que realizan.

Virginia Vega, Ana Parodi, Fabio Marini, Virginia Sala, Noelia Villafañe y Ariel Gil son las personas que trabajan activamente para rescatar animales cada vez que se enteran por alguna vía o medio de comunicación. Los equinos rescatados son llevados a una finca para cuidarlos hasta que termina cada proceso de judicialización.

Claro que las tareas no terminan allí. También ayudan a personas que no cuentan con

posibilidades ni recursos para cuidar al animal; han creado un vinculo con la Federación Gaucha que les ha permitido trabajar para la Cabalgata a la Difunta Correa participando con puestos de agua y asistencia de veterinario para las emergencias que pudieran surgir.

Las ayudas que realizan son variadas. Uno de los últimos ejemplos fue hospedar por una noche una mamá y su potrillo que andaban sueltos a la orilla de la ruta hasta el día siguiente que encontraron a sus dueños.

Caballos enredados en unas ramas, con astillas enterradas, otros deshidratados y desnutridos por exceso de trabajo y falta de alimentos, son algunos de los otros casos que asisten. Incluso organizan encuentros y charlas a cargo de veterinarios como Rodrigo Barriga y Pablo Benavidez sobre primeros auxilios para caballos.

‘Son muchas las actividades que tratamos de realizar y lo hacemos gracias a la ayuda de mucha gente que aporta sus conocimientos o donaciones para que se puedan hacer. Es un grupo abierto al que se puede sumar cualquier persona con voluntad de ayudar a los caballos en estado de riesgo’, explica Analía.