La Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP) y la Asociación Internacional de Probióticos Europa (IPA Europe) en sus investigaciones recuerdan los beneficios de determinadas bacterias para la salud, los cuales están respaldados por un elevado número de estudios científicos. Existe un consenso sobre la eficacia de los probióticos, ya sea en el tratamiento de problemas o enfermedades o en el control del sistema inmunitario. Según la OMS/FAO la definición consensuada es que son microorganismos vivos que al ser administrados en las cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del huésped. Para saber mejor del tema y que nos explique sobre la ingesta de probióticos es que consultamos a la Dra. Vanesa Belbruno, nutricionista, quien nos aclara.

¿Qué son los probióticos?

Son microorganismos (bacterias, hongos) que al consumirlos nos ayudan a tener una mayor y mejor variedad de microbiota en nuestro sistema digestivo. La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo, incluida la boca, y el aparato genital. Estas bacterias colonizan nuestro organismo desde el vientre materno, pero fundamentalmente desde el momento del nacimiento, especialmente si este por vía vaginal. La microbiota se va desarrollando a medida que avanza la vida, de forma que su composición es diferente en la infancia y adolescencia que en la vida adulta. La relación de la microbiota y el organismo es simbiótica: mientras que las bacterias realizan una función protectora frente a enfermedades y agentes patógenos y de ayuda en la metabolización de los alimentos ingeridos, el organismo les ofrece un lugar donde vivir. Está compuesta de 100 billones de bacterias solo en el aparato digestivo. De hecho, ya es considerada por la ciencia como un órgano más del cuerpo, aunque en este caso adquirido.

¿Para qué sirven?

La Dra. Belbruno explica, sirven entre otras cosas para mejorar la inmunidad de quien los consume. Es importante incorporarlos con supervisión médica o de nutricionista idóneo en el tema, esto es importante. Debe ir acompañado también de un plan nutricional. No aconsejo consumir probióticos en una primera instancia sin evaluar primero el estado intestinal de cada persona. Si una persona tiene algún síntoma o sospecha de alguna intolerancia alimentaria o incluso tener un desorden en la microbiota no es recomendable agregar más microorganismos porque sería agregar más leña al fuego. Primero recomiendo evaluar y mejorar el problema y al final incluir los probióticos.

Desde la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos dicen, tras más de una década de investigación, ensayos clínicos en los que han participado miles de pacientes han permitido demostrar la eficacia de los probióticos para la salud. Existe un consenso sobre la eficacia de los probióticos, por un lado, para tratar problemas o enfermedades asociadas al tracto digestivo (síndrome del intestino irritable, malestar digestivo), y por otro, para tratar al sistema inmunitario (prevención de la diarrea asociada a la ingesta de antibióticos y también aquella provocada por la infección de la bacteria C. difficile). Su eficacia también ha sido probada en niños prematuros, a quienes les administran probióticos para evitar que desarrollen infecciones. Numerosas organizaciones médicas y científicas, debido a la gran cantidad de pruebas existentes, recomiendan la toma de probióticos. Sus recomendaciones médicas permiten a los profesionales de la salud prescribir los probióticos más adecuados para sus pacientes. Equipos de investigadores de todo el mundo estudian también ahora el rol de los probióticos para tratar enfermedades como la diabetes o la obesidad. Es el caso de Patrice D. Cani, investigador de la Fundación Belga para la Investigación científica, quien estudia desde 2007 qué papel desempeña la bacteria Akkermansia muciniphila en obesidad, diabetes y cardiopatías. 

¿Cuáles son los beneficios para la salud?

Hoy se considera la salud intestinal la base de nuestra salud. Si tenemos una barrera intestinal en buenas condiciones y agregamos probióticos mejoramos la inmunidad. Y a la vez los probióticos nos ayudan a mantener en óptimas condiciones el intestino, mejora el tránsito intestinal, aumenta la absorción de nutrientes (vitaminas, minerales).

¿Dónde se encuentran?

Hay dos formas de ingerir probióticos: Por una parte, tenemos la posibilidad de aumentar el consumo de alimentos que son considerados como probióticos naturales, como el yogur, kéfir, vinagre y vegetales en conserva. Por otra parte, se puede hacer mediante el uso de suplementos con probióticos como las cápsulas. 

¿Cómo conviene ingerirlos?

Recomiendo consumirlos en cápsulas, al ser formulados en laboratorio, sé exactamente qué microorganismo consumo y para qué y en qué cantidades. 

¿Grandes y niños deben tomar probióticos? 

Grandes y niños pueden tomar probióticos sí, pero siempre previa consulta médica.

¿Qué tipo de enfermedades previenen? 

De la salud intestinal (barrera y microbiota) depende nuestra salud. Previene enfermedades infecciosas. Hoy sabemos también que hay un eje intestino-cerebro, que están conectados a través del nervio vago, entonces por este eje también prevengo o en algunos casos detengo enfermedades neurodegenerativas (alzheimer, esclerosis múltiple). 

Señala Lorenzo Morelli, director del departamento de ciencia y tecnología alimentaria de la Universidad Católica del Sagrado Corazón (Italia), que muchas de las infecciones que padecemos no proceden de patógenos del medio, sino de nuestro interior y explica: "en el intestino albergamos una gran cantidad de bacterias patogénicas y cuando se produce un desequilibrio entre estas y las beneficiosas comienzan los problemas de salud. Los probióticos pueden ayudar a evitar ese desequilibrio y, por tanto, el consumo de antibióticos para frenar la infección, 

y así dejar de contribuir al grave problema de las resistencias antimicrobianas’.

 ¿Por qué se habla de estos ahora?

Por publicidad de los laboratorios, también porque cada vez más profesionales entendemos que somos un todo y que la base de nuestra salud o enfermedad está en el intestino y en el hígado. Tiene que ver también con un cambio de paradigma y a futuro algunos expertos esperan poder tratar ciertas enfermedades con probióticos.

Cuáles son alimentos probióticos

– Yogur natural, estos son la principal y más fácil fuente de probióticos en el mercado en la actualidad.

– Kéfir, es un producto fermentado con levadura y bacterias, semejante al yogur, pero posee una cantidad más elevada de probióticos.

– Leche fermentada, son productos especiales que generalmente contienen Lactobacillus agregados por la industria.

– Kombucha, es una bebida fermentada hecha principalmente a partir del té negro

– Productos orientales a base de soja, legumbres y hortalizas como Miso, Natto, Kimchi y Tempeh que pueden ser comprados en tiendas especializadas.

– Chucrut, es una preparación culinaria que se elabora a través de la fermentación de las hojas frescas del repollo o de la col

– Los pepinillos, preparación de pepinos en agua y sal, se dejan fermentar durante un tiempo.

– Masa madre o levadura natural, es un cultivo vivo compuesto por levaduras y bacterias que se producen a través de la fermentación de cereales como el trigo y de los microorganismos que se encuentran naturalmente en el ambiente, siendo utilizada para elaborar diversos productos como pan, tortas y galletas.

– Algunos quesos como el cabrales, roquefort también pueden contener cultivos vivos de microorganismos con propiedades probióticas, siendo importante leer el etiquetado nutricional para confirmar si ese tipo de queso contiene o no estas bacterias.

Alimentos que deberíamos de eliminar de nuestra dieta para un sistema inmunitario fuerte

– Bebidas gaseosas, refrescos.

– Alimentos procesados y algunos congelados, tienen grandes cantidades de azúcar, sal, carbohidratos y grasas saturadas, patatas fritas, comidas preparadas, pizzas.
– Bebidas alcohólicas.

– Carbohidratos refinados, pan blanco provoca inflamación y desgasta el sistema inmune, aún más si lo acompañamos con bebidas azucaradas como refrescos, jugos de frutas o cafés endulzados.

– Sal. Aunque su uso es vital para el sabor de los alimentos, su consumo en exceso puede bajar nuestras defensas. La sal en exceso provoca infecciones y deficiencias inmunológicas ante algunas bacterias.

– Cafeína. Aunque solemos tomar una taza de café por las mañanas, el consumo en grandes cantidades de esta bebida podría afectar nuestra salud.

– Alimentos y bebidas altas en azúcar, ketchup, salsa barbacoa, helados, cereales de caja azucarados. El azúcar debilita el sistema inmune y la OMS recomienda comer en un promedio de 25 g de azúcar por día para mantener el cuerpo saludable.

 

Por: María Inés Montes
Fuente: Dra. Vanesa Belbruno – Mat. 340