Euforia. Locura. Delirio. De todo se vivió en estos días de Mundial de Fútbol Qatar 2022.

Más allá del resultado final, todo un éxito para los números, con un Messi imbatible, presente en todos los récords de partidos, asistencias, casi goleador, marcador en todas las fases del evento, etc., etc., hoy queremos destacar otra faceta del equipo.

La muestra de que la unión, el conjunto, el equipo mismo, es lo que llegó a tan grande logro luego de 36 años de angustias y malos momentos en mundiales de este deporte.

El líder, mental y coordinador del grupo, fue un director técnico joven, prácticamente desconocido, e incluso no aceptado por algunos popes del fútbol nacional e internacional, que les terminó finalmente dando una lección de sabiduría futbolera, de camarín, de psicología y creo que fundamentalmente de humildad, a todos. Genio, de Pujato (Santa Fe), Lionel Scaloni.

El grupo de los veteranos, liderado, como no iba a ser, por Lionel Messi, el nuevo D10S, el Messías, el Messi Bocú… y el dueño de tantos sobrenombres fantásticos, supo madurar y transformarse, ya con 35 años en un nuevo Maradona, sumando a sus supervirtudes y habilidades, garra, sacrificio y tesón, en todos los partidos. Sorprendió un nuevo Messi, y dejó a todos callados, incluso rivales eternos como Brasil y Alemania. El Ángel de los goles importantes, Di María, fue otro que aguantó en los momentos malos y tuvo su gran recompensa, el reconocimiento y el aplauso de la gente. Mucho tuvo que pujar, pero llegó. También Otamendi aparece en este grupo de eternos, con un descomunal juego defensivo, aguantando a tanques de los mejores equipos internacionales, como en sus tiempos juveniles.

Sumemos a los jóvenes, en este mix de equipo, con neuronas, timming, mañas, potreros, desfachatez… y en ese grupo ponemos a Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Molina y el pampeano Mac Allister. Y en el arco, tremendo el Dibu de inferiores en Independiente, un monstruo, atajando penales y sobrando a grandes estrellas del mundo redondo.

En fin, una gran alegría, en épocas de vacas flacas. Un equipo integrado, afilado, unido, que pasó por todas…y llegó. Por sus cualidades, sacrificio y humildad.

Gracias a todos!!!