En el 2017 el Gobierno Provincial anunciaba la apertura del Parque Industrial Tecnológico Ambiental Regional (PITAR), que se ubicaría en el Complejo Ambiental San
Juan (junto al Parque de Tecnologías Ambientales y Centro de Educación Ambiental Anchipurac), en Rivadavia. A la par confirmaban la radicación de 20 proyectos que habían sido aprobados por concurso para instalarse allí, todos ellos vinculados al procesamiento e industrialización de materiales recuperados en las plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos, orgánicos e inorgánicos, metales ferrosos y no ferrosos, plásticos, cartones, vidrios y residuos especiales (de aparatos eléctricos y electrónicos, cauchos y neumáticos fuera de uso, escombros o provenientes de demoliciones y otros), de la Región Cuyo y NOA. Han pasado más de 5 años y sólo hay una empresa trabajando -CAMC – (al 10 por ciento de su capacidad instalada), dedicada a la recuperación de aceites lubricantes usados, y otras dos que concretaron el proyecto, aunque aún no comenzaron a producir.
¿Qué pasó en este tiempo? ¿Por qué motivos las otras plantas no se radicaron si el mundo se dirige hacia la economía circular? ¿Por qué las dos que están instaladas no pueden empezar a trabajar tras una millonaria inversión?
Peor aún, desde la Cámara Empresarial (CE Pitar) que las agrupa aseguran que “si no tienen respuestas a sus reclamos por parte del gobierno provincial se podrían retirar en menos de 90 días (tienen propuestas para mudarse a Mendoza) ya que no están dadas las condiciones por falta de seguridad jurídica e incumplimiento de escrituraciones”.
Es que desde el gobierno provincial no han cumplido con la palabra de escriturar los terrenos donde han levantado las procesadoras y recuperadoras, y no han regulado las actividades que allí se realizan a través de leyes acordes a las particularidades de cada residuo a tratar. Tampoco se ha exigido a las mineras que lleven allí sus deshechos para reciclado, un detalle que no es menor debido a la cantidad de residuos que generan.
Los empresarios que aún esperan indican que si las plantas ya instaladas estuvieran trabajando demandarían unos 2 mil puestos de trabajo.
Demasiada espera
Son cerca de 10 las empresas dispuestas fehacientemente a echar a andar estas industrias verdes que son fundamentales para la preservación del medio ambiente, para la economía circular y para la creación de empleo permanente, y que aún no pueden lograr el objetivo. Por supuesto, que sus propietarios reconocen que la promesa de escriturar terrenos y legislar acerca de algunas actividades es del gobierno anterior, ven en la gestión actual cierta lentitud de reacción.
Nobleza obliga reconocer que los integrantes de la Cámara Empresaria Pitar han sido recibidos en varias oportunidades desde la Secretaría de Ambiente, cuyas autoridades han manifestado su plena voluntad, pero no han logrado tomar contacto directo con el gobernador Marcelo Orrego para saber cual será la política a aplicar en este sentido.
“No están dadas las condiciones para trabajar y si no tenemos respuestas reales por parte del gobierno provincial tenemos que levantar la planta”, dice Eduardo Ramos de CAMC.
A la fecha las que ya están instaladas son: Indram dedicada al procesamiento e industrialización de neumáticos fuera de ruta; CAMC abocada al reciclado de aceites lubricantes usados y Don Mariano que está instalada al 95 por ciento (sólo falta instalar la máquina para fabricar cajas con cartón reciclado).
Se suman otras que han hecho algunas labores como Ecobat (para reciclado de baterías) que hizo cierre perimetral y movimiento de suelos; Goland dedicada a la recuperación de chatarra con los mismos avances que la anterior, y Menin Construcciones que ha cumplido con todos los requisitos pero no han logrado avances en el expendiente. Esta última tiene como objetivo reutilizar los productos que de allí se obtengan, de hecho ya usan hidrocarburos reutilizados para sus máquinas con una reducción sensible de sus costos empresariales.
Otra de las que espera es la Asociación de Cooperativas de ladrilleros de Rivadavia y Chimbas, entre otra veintena que aguarda un panorama más claro.
En el caso particular de CAMC, que sólo trabaja al 10 por ciento de sus posibilidades, es debido que no hay una legislación que regule a las grandes generadoras de hidrocarburos a cuidar su proceso y enviar los deshechos a la planta. Y quienes lo hacen los envían fuera de la provincia sin darle ningún valor agregado con lo que eso implica para el cuidado del ambiente.
Un poco de historia
“Esta fue una muy buena idea que viene de la época de Raúl Tello en la Secretaría de Ambiente. Ellos son los que vieron la necesidad de tener una economía circular generando un parque industrial cerca de donde llega el 85 por ciento de los residuos que genera San Juan. El caballo de tracción más grande era la planta de tratamiento de neumáticos fuera de uso que sería única en el país ya que nadie los había tratado ni siquiera en Sudamérica. Así fue que redactaron una ley para generar un proceso amigable con el medio ambiente y realizaron un concurso para buscar empresas en los distintos rubros. De eso surgieron las primeras 6 empresas y luego otras tantas hasta llegar a más de 20 en distintas áreas”, cuenta Ramos.
Por aquel entonces el Estado provincial entregó en comodato los terrenos que serían escriturados cuando los proyectos se concretaran efectivamente. Al menos ese fue el compromiso que asumieron las autoridades anteriores, de acuerdo con lo expresado por los empresarios que cumplieron con lo suyo.
“Lógicamente que esto tenía que ser así porque nadie va construir en un terreno que no le pertenece. El tema es que no cumplieron con esto aun cuando hemos reclamado cerca de diez veces. Eso no fue todo porque cuando perdieron las últimas elecciones nos dijeron crudamente que se hiciera cargo el gobierno entrante. Además hay que aclarar que todo lo hemos hecho con bienes propios. Una gran decepción. En segundo lugar la promesa de regular las actividades, porque no todas son generales, al contrario son muy particulares porque hay residuos peligrosos, hay residuos sólidos urbanos, otros que tienen valor agredo, otros que no”, agrega el empresario propietario de CAMC, que espera una solución para no trasladarse a otra provincia que le garantice reciclar y reutilizar residuos.
Indram es otra de las afectadas porque pese a tener todo listo para procesar neumáticos y recuperarlos para diferentes usos -entre ellos asfalto-, no trabaja por los mismos motivos.
Esto se agrava teniendo en cuenta que sólo Veladero descarta entre 10 a 12 mil toneladas de neumáticos.
“Hay una diez empresas que están esperando una respuesta jurídica para regularizar las actividades y así empezar a trabajar. En estos momentos todos esperan a ver que nos pasa a los que estamos para empezar o no”, agregan los empresarios ya instalados.
Palabra oficial
Gabriel Cañadas, director de Cambio Climático, una de las direcciones creadas por el gobierno actual, reconoce la importancia de este parque. “Es fundamental que estas empresas puedan trabajar porque el impacto es muy grande tanto a nivel ambiental como económico. Este esquema de economía circular es vital para el tratamiento de residuos y para generar materia prima para hacer un nuevo producto. Tener un parque de este tipo es muy beneficioso pero entiendo que hay que darles las condiciones a los empresarios que piden certezas por parte del Estado para avanzar. Desde la Secretaria de Ambiente queremos que esto se haga porque es hacia donde va el mundo”. indica Cañadas.
De todos modos, más allá de la buena voluntad no se ha avanzado en nada, salvo algunas reuniones de funcionarios con legisladores para empezar a proponer la legislación necesaria para cada caso. “En este sentido queremos que los empresarios participen de la elaboración de esta normativa porque hasta ahora hubo una desconexión entre las leyes que se han generado y las necesidades de los sectores. Así tenemos leyes que no están ajustadas a lo que hace falta porque tampoco hay que olvidar que deben contemplar los controles para los que cumplan con los diferentes procesos”, agrega el director.
El gigante está solo
Según lo establecido por el Poder Ejecutivo anterior al actual el “Parque Industrial Tecnológico Ambiental Regional” (PITAR), pionero en el país, consiste en la radicación de industrias que generarán sinergias entre sí a partir del agregado de valor de los materiales recuperados de los residuos sólidos urbanos de la región, mediante la manufacturación de productos, incidiendo beneficiosamente sobre el aumento del empleo en la provincia.
A eso se sumaba el anuncio de “20 proyectos aprobados que desarrollarían diferentes actividades en el Parque, que estaría dotado de infraestructura, equipamiento y servicios comunes y su funcionamiento estaría orientado a la protección del medio ambiente, privilegiando, en todo lo posible, la ecoeficiencia, la producción limpia, la elección de materiales, equipos, equipamientos, maquinarias, que minimicen el impacto ambiental de las actividades y privilegien la creación de empleos verdes, la capacitación, la investigación y la cooperación a nivel local y regional”.
Una idea verdaderamente original y casi única a nivel sudamericano que espera para concretarse fehacientemente.