Países en vías de desarrollo se perfilan como actores clave en la producción de bioenergía, debido a que correctamente manejada puede beneficiar su crecimiento económico y social, por lo cual el INTA en línea con la FAO trabaja en el desarrollo de tecnologías para la preservación del medio ambiente. En este sentido, el Programa Nacional de Bioenergía del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se centra en "asegurar el suministro de fuentes y servicios sostenibles, equitativos y asequibles de bioenergía, en apoyo al desarrollo sustentable y la seguridad energética nacional".

El coordinador de este Programa, Jorge Hilbert, afirmó que "desde el inicio de la difusión y puesta en marcha de la producción de biocombustibles a nivel mundial tres temas han estado siempre en la mesa de discusión y controversia: los balances energéticos, la competencia con los alimentos y la preservación del medio ambiente".

Las energías renovables constituyen la industria con mayor crecimiento del mundo, con una tasa media del 64 por ciento para los últimos cinco años e inversiones estimadas, para 2020, en 500 millones de dólares.

Mientras que en Latinoamérica ese porcentaje se incrementa a 145 por ciento durante el mismo período y la Argentina cuenta con grandes condiciones para convertirse en un actor fundamental entre los productores y exportadores de energías limpias a escala global.