Para el gran calor del verano nada mejor que una copa de vino dulce natural dentro de los cuales ahora se destacan los de cosecha tardía. Se toman fríos y acompañan muy bien a los postres ya que su tenor azucarino no empalaga y si tienen buena acidez ni hablar de sus bondades.
Claro que para los más transgresores que buscan maridajes más exóticos quedan super bien con comidas que lleven roquefort o con tablas de quesos fuertes.
Si bien estos vinos conocidos como "cosecha tardía" y "dulces naturales" son todavía productos de nicho, muchas bodegas aprovechan la tendencia de los consumidores para apostar a este estilo de productos preferidos en gran parte por mujeres y jóvenes.
Los llamados cosecha tardía son también vinos dulces naturales, pero la diferencia es clara: Los tardíos se elaboran retrasando la recolección de la uva, logrando así que lleguen a su máxima maduración acumulando mayores cantidades de azúcares.
La uva comienza a deshidratarse de a poco y al ser cosechada en forma tardía se mantiene el dulzor y también se logra frescura.
Además cuando la uva llega a la bodega tiene un proceso de sobre-madurez y cuenta con escasa cantidad de jugo por lo que se necesitan muchos más kilos de uvas para obtener un litro de este tipo de vino.
Los vinos "dulces naturales" se elaboran con uvas que se cosechan en la misma temporada que las demás, pero la fermentación es interrumpida de forma voluntaria, con lo que se consigue que queden restos de azúcares.
De esta manera se obtiene un vino dulce natural sin ningún tipo de agregado. Estos se caracterizan por ser más económicos, ya que no hay una pérdida en el rendimiento del vino, diferentes a los de cosecha tardía que se caracterizan por ser más caros, ya que la producción es mucho más lenta y el rendimiento es menor.
De igual modo, ambos tienen un alto contenido de azúcar, aromas y sabores de frutas muy maduras que varían de acuerdo a la variedad de uva utilizada.
Los hay de Torrontés, Chardonnay, Semillón, Viognier, Sauvignon Blanc, entre otros.
La gran consigna es mantenerlos fríos para que se puedan disfrutar a pleno.

