La compañía Epitermal SA, a cargo del yacimiento iglesiano Don Julio, comenzará en octubre una nueva campaña exploratoria que implicará la perforación de 5.000 metros para estudiar el yacimiento y continuar certificando la presencia de cobre y oro.
Cabe destacar que la empresa liderada a nivel nacional por el geólogo sanjuanino Hugo Bastías desarrolló tareas de perforación por 3.000 metros durante la temporada pasada, en el marco de una reestructuración interna que llevó al proyecto a consolidarse como binomio de oro-cobre. “En poco tiempo inicia la temporada nuevamente y vamos a seguir trabajando en un contexto que está bastante difícil”, explicó Hugo Bastías.
Y continuó: “Existe una gran incertidumbre a nivel internacional (capitales inversores) en relación a lo que vaya a pasar en octubre con el tema de las elecciones. Ellos no saben qué tipo de reglas de juego habrá para el año que viene. Eso genera mucha intranquilidad en los mercados y dejan de apostar por la exploración y la explotación”.
Las tareas que comenzarán a desarrollarse en la cordillera iglesiana implicarán la puesta en marcha de diferentes máquinas perforadoras, las cuales serán más chicas y más lentas en relación a las utilizadas la temporada pasada.
“El año pasado tuvimos una exploración rápida con máquinas grandes, pero fue muy costosa, este año tuvimos que bajar el presupuesto para poder seguir estudiando las nuevas zonas potenciales que se detectaron justamente con los estudios de la temporada anterior”, explicó el geólogo.
El mencionado yacimiento cuprífero posee una larga historia: fue descubierto hace más de 30 años por Hugo Bastías padre y su hijo (actual gerente de la compañía). Inicialmente fue llamado Poposa, en alusión a la flor autóctona que se utiliza mucho en el lugar por sus propiedades curativas. Luego, con la llegada de una nueva empresa inversora se cambió el nombre a Amarillos y se sostuvo el mismo hasta la reestructuración de la empresa Epitermal SA y la incorporación de Sable Resources, cuando el yacimiento cambió de nombre a Don Julio, en honor al baqueano que ayudó a la familia Bastías a explorar la zona a lomo de mula en extensas campañas y que ahora es un referente de toda la comunidad del departamento norteño.
“Tenemos buenas expectativas, como siempre, pero estamos esperando a ver que pasa después de las elecciones, para ver si las reglas del juego cambian. San Juan es un gran ejemplo de esta incertidumbre, en su momento se abrieron tres minas y hoy al estar cerca del final no hay recambio para mantener la industria. Esto se debe a que durante 10 años no se exploró como se debería haber explorado por las retenciones que le pusieron a la minería. Las empresas e inversores internacionales son muy sensibles a estos cambios. No van a volver a invertir si saben que pueden volver las retenciones o los viejos paradigmas industriales”, explicó Bastías.
Y concluyó: “La normativa argentina es una incógnita para los de afuera, la empresa canadiense que financia nuestras inversiones tiene también proyectos en México y Perú, pero en dichos países, la minería sigue igual ante los cambios de gobierno, no se ve alterada, no tocan nada. Esto se debe a que entienden que la exploración es una actividad de mínimo diez años y que requiere de cuatro años más para construir la mina y entrar en actividad, esos son plazos que escapan a la política”.
30 años pasaron desde que Hugo Bastías padre e hijo junto a Don Julio descubrieron el yacimiento denominado originalmente Poposa.
“En San Juan se abrieron tres minas y hoy no hay ningún proyecto para dar continuidad, esto se debe a que durante 10 años no se exploró como se debería”.
“La normativa argentina es una incógnita para los de afuera. La empresa canadiense que financia nuestras inversiones tiene proyectos en México y Perú”.
(Hugo Bastías, Epitermal SA)