Para quienes no los conocen, los nemátodos son diminutos organismos acuáticos multicelulares, "como gusanos", adaptados a vivir en tierra. Se mueven en las películas de agua adheridas a las partículas del suelo. Los suelos arenosos generalmente albergan mayores poblaciones de nematodos fitoparásitos que los arcillosos. Esto se debe a la aireación del suelo arenoso, la menor presencia de organismos competitivos y depredadores, y a la facilidad con la cual los nematodos pueden moverse a través de la zona radicular. En cuanto al clima, en general, las poblaciones de nematodos son más densas y frecuentes en las regiones cálidas del mundo, como lo es la provincia de San Juan, donde las épocas de cultivos más largas aumentan las tasas de reproducción de los nematodos, esto comenzó diciendo a Suplemento Verde la especialista que trabaja en el INSEMI.
La ingeniera agrónoma Gabriela Fernández Gnecco se explayó a nuestra consulta sobre cómo se alimentan. Dijo que los nemátodos pueden ser parásitos de animales, hongos, bacterias, plantas y depredadores de otros nematodos. Dentro de los parásitos de plantas, se encuentran los endoparásitos, quienes viven y se alimentan dentro del tejido de raíces, tubérculos, bulbos, yemas, hojas, semillas, etc. Otros son ectoparásitos, quienes se alimentan desde el exterior de la planta, succionando el contenido de sus células. Y en particular, los nematodos que se alimentan de plantas tienen en la boca una especie de aguja hipodérmica llamada estilete, con el que atraviesan la pared de las células y succionan el contenido de celular.
Cuando este medio le preguntó sobre daños en las plantas, respondió que la alimentación directa de los nematodos puede disminuir drásticamente la absorción de nutrientes y agua por parte de la planta. Esto provoca lesiones, decoloración, deformaciones, y en algunos casos la completa devastación en el área de penetración y alimentación. Las plantas atacadas pierden vigor y no crecen, causando una declinación y en casos extremos la muerte de la planta. El tamaño y la calidad de los frutos y vegetales son reducidos. Además, la herida dejada por un estilete abre el camino a hongos y bacterias y sus invasiones pueden hacer más daño que el mismo nematodo. Sin embargo, los síntomas de las plantas atacadas por nematodos son idénticos a los producidos por diferentes situaciones, como factores ambientales adversos, enfermedades, otras plagas, nutrición, etc. Esto provoca diagnósticos incorrectos que conducen a manejos inadecuados.
Y para controlarlos, le interrogamos a la profesional, que sugirió que el control de nematodos es esencialmente preventivo, porque una vez que una planta se encuentra parasitada es imposible de matar el nematodo sin destruir también el hospedero.
Finalmente mencionó que los análisis de diagnóstico se pueden hacer en el INSEMI, instituto que contará con un Laboratorio de Nematología, donde se ofrecerán los siguientes servicios al productor: 1) Identificación de nematodos en muestras de suelo, partes vegetales y agua. 2) Determinación de las especies de nematodos que afectan a sus cultivos y 3) Certificación de semillas libres de especies de nematodos solicitados para exportación.

