El próximo 2 de octubre estará nuevamente en San Juan el doctor Abel Albino fundador de Conin, invitado por la Fundación Cuvhoni. En esta oportunidad disertará sobre "Desnutrición, el mal oculto", en el Auditorio del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson a las 17 hs. La entrada es un paquete de pañales o una caja de leche en polvo.
Las mujeres de el Cuerpo de Voluntarias del Hospital de Niños (Cuvhoni), no cesan de trabajar para el área de pediatría y no sólo entregando elementos necesarios para los chicos desde hace muchos años, sino también amor y comprensión, ingredientes fundamentales para el ser humano. De hecho Albino señala que los niños no sólo se nutren con leche sino también con "besos y abrazos".
El destacado disertante se graduó en el año 1972 con el título de médico en la Universidad de Tucumán y al año siguiente viajó a Chile para especializarse en pediatría donde conoció al Profesor Fernando Mönckeberg, donde se contactó por primera vez con la problemática de la desnutrición infantil.
En el año 1987 se doctoró en medicina en la Universidad Nacional de Cuyo. En 1992, se trasladó a España para estudiar Biología Molecular en la Universidad de Navarra. Este viaje produjo un antes y un después ya que quedó impactado por la brecha que encontró entre ambos países. A eso se sumó que una tarde encontró un diario tirado con una entrevista a la Madre Teresa de Calcuta, en la que le preguntaban qué era para ella la paz. La reflexión le encantó. Supo que tenía que servir, lo que le faltaba saber era a quién y cómo. Al día siguiente decidió abandonar España, ya que se dio cuenta que estaba haciendo una especialidad del futuro, cuando en realidad es hijo de un país que no tiene solucionado su pasado.
En mayo de 1992 regresó a Europa con grandes posibilidades de que lo contratasen. En esa oportunidad escuchó al Papa Juan Pablo, que pedía servir a los más pobres.
De regreso a Mendoza organizó un congreso, en el que invitó al Profesor Mönckeberg, quien disertó sobre la única debilidad mental que se puede prevenir y revertir, la única creada por el hombre: la debilidad mental del desnutrido.
Así, junto a un gran número de colaboradores, en 1993 creó en Mendoza la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil).

