“Si hubiéramos tenido de estas baterías cuando fueron los cortes de luz por el clima en Navidad, muchos nos habríamos ahorrado un problema”, dijo Marcelo Molina, ingeniero y director del Instituto de Energía Eléctrica (IEE) de la UNSJ, en referencia al sistema de almacenamiento energético domiciliario basado en baterías de litio que desarrollan en su unidad.
Se trata de un dispositivo adaptado a condiciones locales y de fabricación nacional que, con un sistema basado en baterías de iones de litio, puede proveer a una casa desde 1, 4 y 12 horas de electricidad en caso de cortes de energía. Es un sistema pensado para una casa básica con una heladera, un freezer y dos aires acondicionados, y es el resultado del trabajo conjunto entre el IEE y el Conicet.
El proyecto se encuentra en una fase inicial a partir de que en 2018 se aprobó en el país una ley de fomento a energías alternativas, la Ley Nacional Nº 27.424, a la que adhirió San Juan a través de un proyecto de ley. En él se establecen los requerimientos básicos para la instalación de equipos y términos de contratación del Régimen de generación distribuida de San Juan; más la definición de un programa de incentivos para el impulso de la generación de energía distribuida e incentivar el uso de energías limpias en edificios y espacios públicos.
“A partir de este proyecto lo que se vislumbra es el eventual proceso de instalación de paneles solares domiciliarios, por lo que para aprovechar esa energía resulta fundamental contar con un sistema de almacenamiento que lo podemos concretar a través de las baterías de litio”, explicó Molina.
A grandes rasgos, el sistema funcionaría así: La radiación solar se convierte en energía eléctrica a través de paneles solares fotovoltaicos. Esta energía se puede conectar a la red eléctrica o puede conducirse por medio de sistemas aislados. El excedente de energía que producen esos paneles se almacena en las baterías de litio para su uso durante la noche o en los períodos de poca radiación solar. En zonas remotas no conectadas a la red eléctrica, será necesario almacenar la energía a través de baterías para utilizarla durante las 24 horas del día.
La batería de litio permite almacenar ese excedente de una forma más eficiente. Estas baterías pueden almacenar entre el 95 y 99% de la energía generada, mientras que las de plomo ácido, aún de uso común para almacenar energía solar, solo alcanzan hasta un 85%.
El equipo que está siendo desarrollado por los sanjuaninos tiene la forma de una pequeña heladera, con las baterías en la parte de abajo y arriba la parte electrónica que permite el acople al sistema eléctrico.
Este equipo es el que hace que la energía capturada se transforme en corriente apta para su uso, y que desde allí se pase la electricidad al sistema eléctrico de la vivienda. En términos sencillos, un sistema cuya finalidad es la de almacenar el excedente de energía de los paneles solares y reservarla para su uso en el momento en el que haga falta. Toda una innovación en cuanto a la gestión del consumo energético en el hogar.
En cuanto a los beneficios de la incorporación de este sistema, Molina comentó tiene que ver con la resiliencia de la red eléctrica, evitando casos como el de la última Navidad cuando se generaron cortes por condiciones meteorológicas. “Tenés calidad de energía Premium, capaz de soportar problemas meteorológicos extremos y el plus de una vida útil de las baterías de 7 a 8 años”, concluyó.
Ejemplos en el mundo
Con el desarrollo de esta tecnología es posible almacenar la energía que suministre electricidad a los hogares que aún no cuentan con este servicio. Algunos países como Bolivia, Panamá, Surinam están aprovechando la energía que producen los rayos del sol para electrificar las zonas rurales o islas. Un ejemplo de ello es un parque de energía solar que facilitó la conversión de la matriz energética a renovable en Corn Island, una isla en el Caribe nicaragüense. La planta solar, financiada por el BID, tiene una capacidad de 2.1 MW y almacenamiento con litio de 2.3 MW.