Los productores de lácteos de Bélgica derramaron esta semana unos 3 millones de litros de leche fresca para denunciar la crisis que afecta al sector por la caída de los precios, lo que no les permite cubrir los costes de producción.
Las cooperativas de productores de lácteos señalaron que los precios mundiales habían bajado tanto que se veían obligados a vender a mitad del precio de producción, dejándolos sin siquiera la posibilidad de pagar sus cuentas, informó la prensa europea.
Los productores cerraron ayer los accesos fronterizos de Bélgica con Holanda y Alemania a fin de presentar demandas para obtener precios más altos.
