Foto: colaboración Estación de Servicio Ruiz Hermanos
Un elemento tan cotidiano en los servicompras de las estaciones de servicio se ha convertido en un tesoro. Sencillamente la borra del café que queda en los filtros de la máquina y que hasta no hace mucho tiempo tenía como destino final el tacho de residuos, ahora es un fertilizante premium, dado a que tiene un montón de cualidades. Y lo mejor de todo es que lo ofrecen gratuitamente.
Todo comenzó con una iniciativa de YPF como parte de sus acciones de Responsabilidad Social Empresaria. En realidad fue una cordobesa, según recuerdan desde San Juan, quien se percató de la cantidad de desperdicio que se generaba con cada tacita de café que se vendía en su local anexo a una bomba de nafta. Mucho más del que cualquiera podía imaginar. Curiosa e interesada por mejorar el medio ambiente buscó una alternativa para esa aprovechar esa sustancia amarronada que se acumulaba con cada cliente. Investigando descubrió que podía servir de fertilizante y hasta de repelente para los mosquitos. Lo comentó con las autoridades de la petrolera y pronto su idea se convirtió en emblema para la cadena de estaciones de servicios que quisieran adherirse a la iniciativa. De hecho hasta armaron protocolos para ese reciclado para el cuál tienen un riguroso paso a paso: luego de cada preparación se debe vaciar el filtro descartando la borra en un cesto especial y exclusivo para este fin, una vez fría se deja secar al sol, por lo menos un día.
Ni lerdos ni perezosos los dueños de las estaciones de servicio Ruiz Hermanos y de la firma Ruiz SRL – ubicadas en Ruta 20 a la altura del kilómetro 7 conocida como La Legua, otra en España y República del Líbano en Rawson y una más de Benavídez y Maradona-, se sumaron a la propuesta y destinaron un rinconcito vistoso para colocar un exhibidor con las bolsitas (que también están a tono porque son biodegradables) que contienen entre 140 y 150 gramos de fertilizante generado en cada tacita de café.
"Es impresionante como la gente busca las bolsitas con borra de café, se las lleva felices y después vuelve a contarnos como están sus plantas o cómo lo aplicó en su jardín y tiene resultados maravillosos. Jamás pensé que iba a tener tanto éxito esta iniciativa. Sin lugar a dudas estas acciones sustentables que nosotros aplicamos para mitigar el impacto de los combustibles se traduce en toma de conciencia en toda la sociedad porque todos queremos vivir en un mundo más sano”, cuenta Agostina Ruiz, encargada de la parte comercial de las estaciones de servicio.
Es más ejemplifica el furor por el fertilizante explicando que hay días que es tal la demanda que no alcanzan a reponer las bolsas con borra de café.
Esta no es la única acción sustentable implementada en las empresas de su familia, de las que la estación de Rawson cumple 50 años en este 2020. Hacen separación de residuos en diferentes recipientes diferenciados por colores con la intención de reciclar papel y también el aceite comestible que desechan de las frituras y entregan los productos en bolsas de papel, además de la nueva finalidad para el café.
Está científicamente comprobado que la borra del café, como sucede con cualquier otra materia orgánica, libera gases que son aprovechable en la naturaleza porque no es otra cosa que el desperdicio de las semillas o granos tostados, molidos e infusionados de las plantas del género Coffea. Es ideal como abono (contiene nutrientes, como nitrógeno), fertilizante y hasta compost, mejora el suelo porque ayuda a retener el agua y baja el pH, sirve de alimento para las lombrices y repele plagas como caracoles, babosas y hasta mosquitos. Se puede mezclar con otros materiales como arena, perlita, vermiculita o humus de lombriz y otros abonos. Tan sólo dos cucharaditas por maceta, son suficientes para cumplir el cometido.