Llegar a casa y dejar todo tirado al pasar puede ser común para algunos, hay otros que le destinan a cada objeto su lugar. Están quienes nunca ordenan la cama y los obsesivos por ordenar el placar según distintos sistemas. Pero hay casos donde el desorden se convierte en moneda corriente, y la excusa perfecta es “en mi desorden encuentro más rápido lo que busco”, pero ¿qué tan real es esto?
Es posible que se pase por alto el grado de desorden en el que se vive, pero hay estudios que aseguran que el desorden físico puede ser señal de algo que va mal con la salud mental/ emocional, reflejando algunos temores como miedo al cambio, a ser olvidado o a olvidar, miedo a la carencia, además de reflejar inestabilidad, temor al futuro, falta de interés a la vida o incluso y en casos más drásticos, depresión.
Identificar que tan ordenados somos puede no ser sencillo, ya que al ser animales de costumbre, muchas veces no lo notamos, es por ello que repasaremos 10 señales para descubrir si eres una persona desordenada.
*Todo se pierde
Si cuesta encontrar desde las llaves de casa hasta el control remoto, o incluso el celular, mira a tu alrededor, seguro eres una persona desordenada. Probablemente esto hace que llegues tarde a cualquier compromiso, como al trabajo, una reunión, hasta un encuentro entre amigos.
*Casa sucia, ropa sucia
Olvidas tirar la basura y no lo recuerdas hasta que un olor extraño invade tu hogar. También olvidas lavar la ropa, y terminas lavando todo junto una vez que el cesto no da más y te quedas sin opciones para vestir.
*Todo te da fiaca
Tener flojera puede ser por el mismo cansancio que se acumula día a día, pero si esa pereza se traslada al descuido de la imagen personal, al punto de analizar si ducharte o no, es desorden sin duda.
*Cada cosa sin lugar
Comienzas a utilizar partes de casa para otro propósito que no era el original, por ejemplo, cuelgas la ropa limpia en sillas, usas la mesa del comedor de escritorio, llena de papeles y libros, la mesa de noche tiene de todo menos lo que necesitas para dormir. Además, ya no respetas ningún lugar de la casa para hacer las tareas diarias, por ejemplo, comes en la cama, usas la computadora mientras estás en el sillón, y no en un espacio más cómodo, entre otras acciones.
*Para qué ordenar si se va a desordenar
Muchas veces las personas desordenadas se justifican de esa manera para, por ejemplo, no hacer la cama. Pero presta atención si llevas varios días (por no decir semanas) sin cambiar las sábanas o fundas de las almohadas y las frazadas están siempre hechas un bollo a los pies de la cama.
*Lo guardo por las dudas
Acumulas objetos muchas veces sin darte cuenta, como ropa que nunca usaste pero sigue en el placar, u objetos que te regalaron y guardaste con la idea de usarlos algún día y ahí están, juntando polvo.
*Mejor nos juntemos en otro lugar
Las personas desordenadas son conscientes del desorden en el que viven, y es por ese motivo que evitan las visitas y en el caso de que no pueda ser así, se dedican a hacer una limpieza exprés de emergencia, pero por lo general todo queda acumulado detrás de alguna puerta.
*Comes a destiempo
No tener una rutina ordenada se refleja en la forma en la que nos alimentamos, y ser desordenado lleva a comer a destiempo, olvidar comer o comer de más. El no tener conciencia de ello también lleva a tirar la comida, ya que se echa a perder simplemente porque olvidamos que está en la heladera, por ejemplo.
*Otra vez te cortaron la luz
Ser desordenando implica también olvidar muchas cosas que se deben hacer de manera mensual, por ejemplo, pagar las facturas. Es común que una persona desordenada olvide pagar la luz, el alquiler, incluso internet o el teléfono, y terminan pagando las deudas cuando cortan el servicio.
*Si la casa está desordenada, mira tu auto
El auto se vuelve una extensión del armario. El asiento trasero seguramente estará lleno de ropa, bolsas, papeles del trabajo y hasta habrá algo de comida debajo de los asientos, como una semita que quedo olvidada o alguna vianda de semanas.
Si te has sentido identificado en al menos tres señales, a no desesperar, ya que cambiando de a poco algunos hábitos, no solo lograras poner orden a tu casa, sino a tu vida. Si te preocupa el grado de desorden que cargas, no dudes en consultar a un especialista, ya que un poco de desorden está bien, siempre y cuando vaya en equilibrio con el orden.