* La princesa Máxima de Holanda, ya supera en popularidad a la reina Beatriz, su suegra. Hay detalles suyos que caen muy bien entre los holandeses. Además, tiene una creciente y extraordinaria adaptación a la burocracia real y la vida en palacio. Pero no olvida su Argentina natal: la última Navidad decidió pasarla con su esposo Guillermo y sus hijas (Catalina, Alexia y Ariane) en Argentina, decisión no fácil por la tradición de los reyes de los Países Bajos de ‘compartir’ esa fiesta religiosa con el pueblo.

* Guillermo, el esposo de la argentina Máxima, fue el varón más esperado para el trono de Holanda. Llegó después de 100 años de reinado de mujeres. Y, curiosamente, hasta hoy Guillermo y Máxima no han tenido varones, de manera que se espera que el trono, después del futuro reinado de Guillermo, seguramente dentro de muchos años, vuelva a ser ocupado por una mujer.

* Aseguran que Felipe de España al casarse con Letizia, firmó un documento por el cual, en caso de separación, la actual princesa perderá potestad sobre sus hijos, que pasarán a depender exclusivamente de la Casa Real Española o de la Casa del Príncipe. Ella podrá visitarlos con frecuencia, pero no podrá decidir sobre el futuro de las infantas Leonor y Sofía.

* La familia real de Mónaco es una de las más populares entre las diez monarquías parlamentarias reinantes en Europa. Carolina o en su tiempo Grace, siempre ‘vendieron’ más en las revistas que cualquier otra princesa, salvo Lady Di, con quien Carolina solía ‘competir’ en las tapas de las grandes publicaciones. Cuando el director de la célebre revista ‘Hola’ y ‘Hello’ no estaba seguro sobre lo que iba a llevar en una tapa de sus números, solía pronunciar una frase suya tradicional: ‘Ante la duda, Carolina’, porque siempre tenía en un cajón un reciente reportaje sobre Carolina que le aseguraría buenas ventas. Por otra parte, se cuenta que oficialmente se comercializan los reportajes posados o exclusivos de la familia monegasca, hecho que, al parecer, era consentido por el fallecido príncipe Rainiero, ya que ‘el dinero es destinado’ a la Fundación ‘Princesa Grace’.

* La Reina Silvia de Suecia, plebeya que recuperó el brillo de la monarquía de su país, es más reconocida y querida que su esposo, el rey Carlos XVI Gustavo, poco preparado intelectualmente y que cedió amplios espacios a los socialistas con tal de recuperar el trono en 1981. Es la reina quien suele responder por el rey en una entrevista o en una conversación: ‘El rey dice’, ‘El rey piensa’.

* Felipe de Bélgica, heredero oficial de la corona de su país, fue considerado hasta el día de su casamiento (a los 39 años) como el ‘príncipe triste’. Su tío, el exrey Balduino, lo preparó especialmente porque quería que le sucediera en lugar de Alberto, protagonista de muchas polémicas, hermano de Balduino y padre de Felipe. Pero a su muerte, en 1993, Alberto decidió hacer valer su derecho y se hizo proclamar rey de todos los belgas. Ahora Felipe deberá esperar a que su padre abdique o muera para reinar. Hace cuatro años visitó oficialmente Buenos Aires.

* Una gran depresión sufrió la princesa Masako, heredera del trono de Japón, poco tiempo después de su boda con el futuro emperador Naruhito. Culta y amante de los viajes, de llevar una vida de gran libertad como diplomática de su país, pasó a ser una triste privilegiada, prisionera de las antiguas normas de la Casa Imperial.

* Han sido escrito numerosos artículos en España y Argentina sobre la realidad de las monarquías parlamentarias europeas