¿Quién no recuerda las clases de gimnasia en época de primaria? El pelotazo en la clase de vóley o los cinco minutos de trote alrededor de la cancha de la escuela para la entrada en calor. Quien más, quien menos, guarda alguna nostalgia de estos simples momentos. No era el caso de los chicos habitantes de los distritos alejados de Calingasta. Por increíble que parezca y después de mucho tiempo, recién a partir de 2008 los niños de esas escuelas tienen profesor de Educación Física. Cuestiones de presupuesto y también de distancia, hicieron que las llamadas “materias especiales”, como también lo es el caso de Música y Plástica, estuvieran relegadas en estas escuelitas. Mirta Berrío, la actual profesora, es quien encarna esos viejos anhelos. Tras un convenio entre la Municipalidad de Calingasta e Intrepid Mines (que ahora es Troy Resources la minera que opera en Casposo), las zonas Norte y Este de ese departamento ampliaron su currícula.

El proyecto se presentó en abril de 2008 pero empezó a ejecutarse a partir de agosto de ese año. “Es un proyecto que surgió desde el área de Deportes del municipio y se lo presentó a la empresa Intrepid. Así, el municipio es el que me traslada cada semana y la empresa es la que solventa el sueldo”, contó Mirta.

De esta forma, Mirta reparte su tiempo entre las escuelitas de Villa Nueva, Puchuzún y Villa Corral (las de la zona Norte los lunes) y entre las de Hilario, Colón y La Isla (las de la zona Este cada martes). La jornada comienza temprano, puesto que la profe debe trasladarse desde Barreal y desde allí a cada una de estas escuelas.

En el tiempo que llevan de clase, han aprendido hándbol, básquet y por supuesto, fútbol, el deporte que en la zona gusta a chicos y chicas por igual. “A ellos les encanta, yo no alcanzo a llegar a la puerta de alguna escuela y salen todos a recibirme. Los chicos son hábiles en muchas cosas y algunos con un gran potencial para el deporte, a veces te sorprenden y te preguntás ¿qué hace este chico en este pueblo con semejante habilidad? Acá en el departamento todos son muy buenos para el atletismo”, destacó la protagonista.

Lo interesante es que a través del deporte la gente de la zona encontró el motivo para integrar a estos chicos a las actividades del rubro que puedan generarse en Barreal o en la Villa Calingasta. A partir de sus clases de gimnasia, los chicos ya pueden inscribirse en los certámenes deportivos departamentales que se generen, a la vez de desarrollar el espíritu de competencia y de sentirse parte del departamento en el que viven. Antes, no contaban ni siquiera con una mínima preparación física y menos aún podían tener aspiraciones de participar en algo.

Para Mirta, el proyecto con la minera abrió una puerta de entrada a otras asignaturas en deuda como Música y Plástica. “Las áreas especiales son algo pendiente aquí y podrían despertar otras habilidades en los chicos. Con las mineras trabajando en la zona, creo que podría verse un modo de brindar esta oportunidad”, dijo Berrío.

Sólo entre las seis escuelas en las que dicta clase Mirta, suman cerca de 200 niños. En la mayoría de los casos, cuentan con limitaciones económicas y de contención familiar.