La jardinería desarrollada en contenedores, es una excelente posibilidad ante la falta de suelo de cultivo, bien sea por carecer de jardín o porque éste tenga un suelo pobre o difícil, incluso ante un clima adverso. Ante esta dificultad es adecuado tener las plantas en macetas, puesto que facilita su movilidad hacia lugares más propicios. Las plantas tienen un efecto muy positivo en nuestras vidas, no sólo desde el punto de vista estético, creando un ambiente agradable y mucho más humano, sino también para nuestra salud, ya que absorben el dióxido de carbono y nos proporcionan oxígeno. Por eso es positivo y agradable poner color y vida en el hogar, usando plantas de tonos alegres, que les transmitan ese sentimiento apacible que les permitirá desde un mejor rendimiento en sus tareas cotidianas, hasta el desasosiego y relajamiento de nuestra habitual vida llena de estrés y tensiones.
Las plantas que crecen en macetas ya sea en el interior de la casa o en el exterior, no lo hacen en su estado natural, por lo que requieren de ciertos cuidados.
Habitualmente compramos una planta y creemos que con regarlas de vez en cuando y facilitarle algo de luz, todo está resuelto, pero no es así. A ellas también hay que darles su atención y cuidados mínimos, aunque sean menos exigentes para que crezcan de forma vigorosa.
De todas formas, las plantas que se cultivan en macetas están en inferioridad con respecto a las que se encuentran en el suelo, entre otras cosas porque no pueden expandir sus raíces con libertad. Para que la planta tenga un desarrollo adecuado es primordial que el tiesto o jardinera no sea ni muy pequeña ni muy grande, sino que exista una armonía proporcional entre la planta y el contenedor, y donde ésta pueda crecer saludable.