Lugar estratégico. La nueva planta elaboradora funciona en la calle principal de Angualasto frente a la Iglesia de la zona.

 

 

La ingeniería productiva desembarcó en Angualasto y por primera vez productores viñateros del lugar elaboraron sus vinos en cuatro tanques de enfriamiento dispuestos en una sala de elaboración. Se trata de tanques de acero inoxidable con un sistema de refrigeración que mantiene la temperatura durante el proceso de fermentación, lo que incide en la calidad de los vinos en cuanto a su color y sabor.  El aporte es de Minera Andina del Sol que desde hace cuatro años colabora con el asesoramiento técnico de los productores nucleados en la “Comisión Elaboradora de Vinos Pateros y Artesanales”, Cevipa, y que a partir de esta tecnología apuesta a la diversificación de los vinos con acento en su calidad.

“Antes producían en tachos azules de 200 litros cada uno en su casa y cada uno vendía y envasaba en su hogar. La intención es seguir manteniendo la identidad de la elaboración de cada productor pero de modo más organizado y bajo condiciones de calidad e higiene”, explicó Ramiro Gascón, el ingeniero agrónomo que desde hace dos acompaña al grupo desde lo técnico. 

El lugar en el que funciona la sala de vinificación fue cedida por la familia Quiroga Caballero, a metros de la vieja bodega de estos viñateros de estirpe que son un sello de Angualasto. La estructura se acondicionó con el arreglo de paredes, techos y pintura, y allí fueron colocados los tanques cuyo fraccionamiento de los vinos se espera se concrete ya en el mes de mayo. 

La Cevipa está conformada desde hace diez años y se iniciaron con el apoyo del proyecto de Agricultura Familiar del por entonces Ministerio de Agricultura de la Nación, con el que obtuvieron un tanque de polietileno de 500 litros y una moledora. Tiempo después y con el desembarco de la minería en Iglesia, la minera inició el apoyo a los productores con diferentes materiales y aumentaron la superficie cultivada para incorporar variedades nuevas como Malbec, Bonarda, Cabernet y Viognier. Estas variedades se incorporaron al Torrontés, Criolla, Cereza, Raboso del Piave y Moscatel que ya tenían. 

El tipo de vino que elaboran es del tipo artesanal, así están inscriptos en el INV, con separación varietal según sea el productor, es decir, tienen distintos estilos de vino y de hecho cada uno tiene su propia etiqueta. Con la planta vinificadora buscará mantener este estilo para preservar la identidad. 
Actualmente y con la intención de promocionar y dar mayor impulso a estos vinos, se baraja trasladar la Fiesta del Vino Patero que se realiza en julio y pasarla hacia los últimos meses del año. “Es una propuesta cuyo eje es generar mayor convocatoria y por tanto que este tipo de producciones tengan mayor llegada, en invierno las temperaturas a veces no acompañan y pensamos que hacia fin de año el clima es más atractivo y benévolo”, cerró Gascón. La intención es lograr una mayor promoción de estos vinos que actualmente se comercializan al turismo asistiendo a la casa de los elaboradores.