Mucha actividad. Así se nota la Residencia Eva Duarte de Perón (más conocida como "el hogar de ancianos, en Rivadavia"’), ni bien se ingresa. Por distintos lugares del jardín se observan personas que cortan el pasto, riegan y limpian como para que todo se vea pulcro y la vista se regocije en un lugar muy agradable. Al transitar por el hall de ingreso se divisa una de las 3 salas de estar, donde los residentes disfrutan de leer libros, ver televisión o simplemente conversar entre ellos, sentados en sillones muy cómodos y con televisores de última generación. Los colores de las distintas dependencias son claros y brindan calidez de hogar. En este contexto, los 150 adultos mayores que viven en ese lugar disfrutan una etapa de sus vidas en compañerismo. Hasta incursionan en un mundo desconocido e inimaginable en sus vidas hasta hace poco tiempo, como la tecnología y un gimnasio. Con mejoras en su calidad de vida, los abuelos de este hogar emblemático de San Juan, se aprestan a conmemorar el 1 de octubre, el "Día Internacional de las Personas de Edad", de acuerdo a la Resolución 45/106 de la Asamblea General de las naciones Unidas.

Lejos están aquellos años en que el hogar era lúgubre, oscuro, con malos olores y quejidos de los ancianos, que sentados en viejas sillas, parecían esperar el desenlace de sus vidas. En los últimos tiempos las cosas cada vez mejoraron más. Eso se nota en el estado de ánimo de los residentes. Las habitaciones están numeradas, pintadas a nuevo. Las cortinas son de colores claros y dejan ver la luz del día. El orden prevalece en esos cuartos semejantes a los que tienen los hoteles de buena categoría.

La iluminación es un dato para tener en cuenta, porque las luminarias son de calidad, lo que permite la buena visibilidad de los residentes. Esto se nota en los pasillos y en las distintas dependencias.

Entre las innovaciones de la residencia está la sala de informática. Desde su inauguración. cada vez son más los interesados en aprender a manejar las nuevas tecnologías. Suelen leer los diarios digitales, como también hay quienes ya tienen su cuenta de facebook. Esta red social la utilizan, entre otras cosas, para saludar y charlar cada mañana el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina.

Otro de los recintos más usados desde su inauguración es el gimnasio. Allí hay un equipo de kinesiólogos y profesores de Educación física que se turnan todo el día para atender a los residentes. "En este lugar se les da la rutina correspondiente a cada estado de salud", dice la kinesióloga, María Belén Juárez.

Como parte del equipamiento, el gimnasio cuenta con 5 cintas para caminar, 3 elípticos, además de bicicletas fijas, todo de última generación.

Al llegar al comedor, la sorpresa es grata. "No tiene nada que envidiarle a los mejores restaurantes de la provincia, comenta el ministro Molina. Es que por ejemplo, las lámparas empotradas en el techo bañan de luz blanca todo el salón. Las mesas están delicadamente vestidas de colores cálidos, los pisos brillan de limpios. En la cocina se nota la higiene y los empleados trabajan con comodidades.

Las obras de reacondicionamiento comenzaron en el año 2007 y demandó una inversión de más de 2 millones de pesos. Una cifra que vale la pena, si se tiene en cuenta que la mortalidad entre los residentes descendió en estos años de manera abrupta gracias a los cambios producidos, según datos oficiales. Es que sobre una población promedio de residentes de 150 personas en los últimos años, los fallecimientos fueron en franca disminución. Es por eso que en la actualidad, las sonrisas de los adultos mayores, muestran que tienen más ganas de vivir que nunca.