En 2018, las exportaciones de vino a granel subieron 184%, aunque desde el sector reconocen que se partió de una base muy pequeña y de ahí el porcentaje de incremento. En cambio, las de fraccionado cayeron 2,7% con respecto a 2017 y lo atribuyen en parte a que los importadores trabajan con listas de precios con un año de antelación, por lo que los efectos de la devaluación en las ventas se notarán recién este año.
De acuerdo a un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura sobre la comercialización en el mercado externo de vinos y mostos, las exportaciones de enero a diciembre de 2018 de vino tinto fraccionado se redujeron un 2,6% con respecto al mismo período de 2017. En tanto, las de vino blanco envasado disminuyeron un 3,6%, lo que arroja la media de 2,7% de caída en el vino fraccionado.
Al diferenciar por tipo de vino, el documento preliminar del INV muestra que el año pasado crecieron las exportaciones de espumosos (6,6%) y genéricos (3,9%), mientras se redujeron las de varietales (-3,7%) y de vinos especiales, gasificados y cócteles de vino (-59,3%).
En tanto, las ventas en el exterior de vino a granel de color crecieron un 27% y las de vino blanco sin fraccionar un 808,9% en 2018; con lo que se llega al 184,1% de variación positiva. Si bien el incremento más significativo se dio en los que no tienen mención varietal (1.255,9%), los varietales tuvieron una variación positiva de 14,2%.
Las exportaciones de mosto concentrado también aumentaron de modo considerable el año pasado, ya que pasaron de las 61.610 toneladas en 2017 a 105.993 toneladas en 2018 (72%).