Un día nublado y fresco, ideal para cosechar, según la opinión de la gente de campo y más aún para don Augusto Vega, de La Represa, en el Norte de Jáchal "la fecha más esperada porque uno se juega el año entero con la cantidad de membrillo que entrega a los compradores".
Un incesante movimiento en la cosecha, embolsada, pesada y finalmente cargada al camión.
Pero a pesar de la alegría por la visita de Suplemento Verde y de las fotos en las que todos desean participar, el sabio agricultor nos comentó "tengo montes de varias décadas y llevo mucho tiempo en esto, pero los números no dan. Está en $0,50 el kilo y el año pasado, el que se salvó de las heladas me lo pagaron a $0,70 y el bueno a $ 0,80 por su calidad".
Este año aseguró el fruticultor que no se ve tan chico el tamaño como el año pasado por la sequía y los fríos, sobre todo para la zona de La Represa y Villa Mercedes, más para el centro si ha quedado mediano en calibre.
El hombre explicó que estaban cargando un camión a granel para las fábricas de Buenos Aires que lo llevan así. Pesan bolsas de 35 kilos cada una antes de volcar la fruta sola en el semi ubicado en la misma calle de la finca.
Para Vega "los números no cierran porque la gente de la cuadrilla está cara, la plata no le alcanza a nadie, y suben los jornales; además, el combustible no se consigue y también está muy costoso. Es una cadena en la que todos perdemos, porque nadie queda conforme".
Villa Mercedes
Los Santana son una tradicional familia de la zona, con sus hijos y nietos viviendo en una gran comunidad. Nos acercamos a verlos para conocer la realidad de un pequeño agricultor. Don José Marcial, experimentado chacarero que conoce de cebolla, tomate y lo que se plante en ese lugar nos cuenta: "Mire, acá hay buen tamaño de membrillo, al manejo de campo se lo hacemos con mi hijo Jorge, pero el problema es que lo vengan a buscar. Hay gente que tiene muchas hectáreas, y manejan el mercado. A ellos los ven los compradores, logran mejores precios y menos plazos. Pero uno con poca superficie, aunque esté bueno, le cuesta venderlo. Además esta temporada en particular, veo que hay mucho membrillo, no sólo acá sino en Tamberías, San Isidro, Pan de Azúcar y la villa, entonces menos se acercan los camiones".
Para él es una tradición cosecharlo, prepararlo y buscar algún interesado. "El año pasado nos dice, lo vendí muy bien, porque había poco y llegó a los $80 el kilo. Ahora debería estar en esa cifra o un poco más, porque hay inflación y todo sube, pero esto no. Además, cuesta mucho llegar a un buen fruto, de 150 gramos aproximadamente".
Grandes productores, medianos y chicos, este año están afectados por la abundancia de fruta, al revés de la campaña pasada, donde las heladas causaron graves pérdidas. Los precios, mientras tanto, van de la mano de la oferta.

