Dentro de la problemática que se encuentra la niñez actual, los padres tienen un rol fundamental por cumplir, que a veces no se da por diversas razones: la falta de crecimiento de una figura paterna, familias que viven en un clima de violencia permanente, la pobreza y marginalidad, entre otras. El psicólogo y logoterapeuta, Rubén Castro (MP: 3930), habla sobre la contención indispensable que debe tener el ser humano desde la niñez, para un crecimiento físico y mental sano.

El profesional explica que el hombre es vulnerable en las primeras etapas de su desarrollo y crecimiento. Es por ello, que depende mucho del cuidado y atención del "otro" ya desarrollado, que lo precedió, como más "acabado" diríase, que él. Más, si ello, se da en un "contexto familiar’, impregnado el mismo de: cariño, atención, comunicación empática, puesta de límites, cuidados ante sus necesidades básicas, educación, transmisión de valores y tradición, etc.; tiene asegurada su independencia y autonomía, que le servirá luego, todo ello, para hacerlo con un "otro nuevo" hombre a desarrollarse. De esta forma se tiene asegurada la especie humana su preservación y prosecución en la vida.

Límites a tiempo

Castro dice que muchos padres creen que el "no’, no forma parte del amor. Es cuando, por ejemplo se le dice "no’, en caso de que vaya a meter los dedos a un tomacorriente. El padre lo reprende, entonces el niño llora y le reclama, mientras el adulto suele sentir culpa por poner límites, que no quiere decir ser autoritario.

Es muy importante que la familia y los padres en especial no se sientan mal por la puesta de límites a los hijos. Es más, los niños están pidiendo a gritos "límites’ con firmeza y ternura.

El profesional indica que la protección de la niñez está en manos de sus padres, pero también cada Estado debe generar políticas para que esa protección sea más firme. Por ejemplo en el marco de la violencia y la drogadicción son males sociales que el Estado no puede estas ajeno ni indiferente. Se trata de una prioridad de política de Estado, precisamente, indica.

Si la familia es desamorada ante las necesidades y vulnerabilidad de la niñez, se tendrá un tipo de infancia y por ende de "hombre’ a posterior. Si el Estado es irresponsable en su tarea de gobernar ante las necesidades de la familia, se tendrá un tipo de sociedad y por ende de ciudadano que la constituye. Hay responsabilidades compartidas pero también específicas de cada una de ellas. Pero una sin otra, no.

Fragilidad infantil

Si de antemano se conoce la vulnerabilidad y fragilidad del niño, generar "políticas de estado’ (en salud y educación) que posibiliten su desarrollo y madurez armoniosa para que en un futuro no muy lejano este niño se convierta en adulto, es prioritario como función del Estado. Si el seno familiar, es importantísimo en el desarrollo del niño que luego se avendrá en adulto hombre, el "amor’ y los "límites’ son radicalmente importantes en su formación como personas adultas.

Las acciones de Prevención y Promoción de la Vida son más baratas en el plano económico, como políticas de estado. Si los senos familiares generasen acciones de "amor’ y " límites claros’ en sus niños se ahorrarían los dolores que produce la violencia y la adicción.

Estimular para el

logro de objetivos

Según Castro, en la caricia, en la palabra, en el silencio, la mirada a un niño, hasta el más rebeldón, se somete a ellas. Hay que estimular y señalar lo bueno de su actitud y que debe seguir trabajando en lo que aún no logró alcanzar; que al equivocarse se pueden corregir los errores; hay que mostrarle que nadie es perfecto y se puede reir de las equivocaciones, además puede pedir perdón; también que hay momento para jugar y otro de espera; que la libertad se la conquista desde niño y se la respeta de grande; que el otro es tan importante como yo, que el dolor de mi hermano es mi propio dolor, pero que lo vive el otro.

Derechos en el hogar

Los niños miran, escuchan y observan a sus padres. Es por eso que los adultos de la casa deben respetar los derechos y obligaciones. Es la mejor manera que los internalicen. Padres que se gritan o faltan el respeto, se descalifican y desautorizan, ¿qué podrán generar en los chicos?

Hay dos pilares en los derechos de los hombres entre sí, ellos son: "tolerancia’ y "respeto". Se nacen con ellos, pero hay que desarrollarlos, concluye.