Tanto el reciclaje como la concientización del cuidado del medio ambiente en general es todavía una de nuestras asignaturas pendientes. Y, aunque la capacidad para tomar medidas globales parece recaer únicamente en los gobiernos, desde casa hay mucho que hacer y, sobre todo, inculcar a los más pequeños el respeto y la estimación por la Naturaleza, por lo que además de enseñarles, tenemos que predicar con el ejemplo.
– Ahorrar agua. Estarás cansado de oír que el agua es un bien común, que debemos administrarla lo mejor posible, ¿esto no te hace pensar que es una de las cosas más importantes a nuestro alcance? Cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes puede suponer un ahorro de 2 litros de agua diarios, no malgastes esto. Estos 2 litros que tiras sin razón deberán ser regenerados mediante depuradoras y desalinizadoras que contaminan mucho más de lo que puedas imaginar. El momento de cepillarte los dientes es sólo un ejemplo, sé responsable en cualquier momento en el que uses este bien tan preciado (aseo personal, lavar el auto, lavar ropa a mano, los juegos de agua, etc).
– Apagar los electrodomésticos de tu casa. Es importante que se apaguen correctamente y no se queden en el modo stand-by (modo en el que puedes encenderlos mediante el mando a distancia) ya que en este modo aún están consumiendo energía. En ocasiones tienen mayor consumo en este modo que cuando están encendidos.
– Consumir productos autóctonos y de temporada. Esto ahorrará en el coste del transporte de alimentos entre distintos países, lo que conlleva a una reducción de emisiones de CO2 y a un menor consumo de energía.
– Reciclar basura. No hace falta decir que si en la época actual no reciclas tu basura, en la medida de lo posible, no eres un buen ejemplo para la sociedad, de hecho no estás bien integrado en la misma. En muchas escuelas ya se llevan a cabo el tema de diferenciar los distintos tipos de basura. Continuar en casa con este método puede ayudar a muchas causas, una de ellas es el reciclado. Pero la clave está en tratar de generar la menor cantidad de basura posible. Es preferible lavar un plato de cerámica que tirar uno de plástico (el plástico es un residuo muy difícil de desintegrar). Procura consumir la menor cantidad de productos desechables.
– Usar el transporte público o la bici. El uso indebido del auto o transporte público lo debes manejar con responsabilidad. Con esto ayudas a reducir las emisiones de CO2 y ahorrar energía.
– Las salidas a campo. Comer un asadito o bien deleitarse con unos mates es el mejor paseo en familia que podemos realizar. Pero también hay que ser consientes de: no arrojar papeles, basura, no hacer fuego en los lugares prohibidos, llevar una bolsa para recolectar todos los desechos y además enseñar con el ejemplo.
– El plástico. Con el tiempo y los cambios de temperatura puede desprender en el agua, toxinas. Sin embargo sí puedes rellenar unas cuántas veces la botella y solamente que una botella se reutilice 2 o 3 veces podemos reducir bastante el uso de plásticos.
– Una bombilla de bajo consumo. Aunque es más cara consume menos y su vida útil es mayor. En general compensa y el consumo de electricidad se nota.
– Bolsas de tela. En lugar de bolsas de plástico, es conveniente comprar las que venden en el supermercado, de material reciclable. Tu contribución ayuda.
-Sustituir las pilas normales por recargables. No dejas de gastar electricidad pero sí de generar pilas con componentes tóxicos en la basura que contamina el ambiente.
La gente con pocas acciones puede colaborar en la concientización de cambios de hábitos y ayuda en el ecosistema. Los pequeños trucos que requieren poco esfuerzo, llevados a gran escala, pueden dar los mejores resultados.