Escalón por escalón. Así son los pasos que está dando la Fundación Conin para recalar definitivamente en la provincia. La entidad que nació en Mendoza -como réplica mejorada de una ONG chilena y que tiene decenas de centros de prevención en 15 distritos argentinos, pero también en Paraguay, Perú e inclusive en Gambia (en el África Ecuatorial)-, al menos ya tiene un espacio donde empezar a funcionar en San Juan con todas sus herramientas para erradicar la desnutrición infantil, considerada como el gran flagelo de estos tiempos. Su objetivo es lograr potenciar el desarrollo cerebral en los más pequeños. Claro que se sabe de antemano que esta capacidad se da normalmente en un 80% en los primeros años de vida y bajo circunstancias óptimas como la alimentación y los cuidados que los papás deben tener con sus hijos.
Para propiciarlo es que necesitaban como primer requisito, un lugar. Y ya tienen el visto bueno de una locación que les cedió a modo de préstamo la Municipalidad de Rawson en el Barrio La Estación, para que allí levanten todos los consultorios y talleres que precisa el proyecto. Por supuesto que el lugar es más que bienvenido ya que significa el primer techo que dará cabida a esta respetable fundación que tiene como referente a Abel Albino, un médico pediatra que pretende según alguna vez lo ha dicho ‘un país con igualdad de oportunidades en donde todos puedan desplegar su potencial genético y optar con libertad el camino a seguir”.
La génesis de la solidaridad
Una cena para proponerle que prestara su nombre al Voluntariado y a las prácticas solidarias de los alumnos de Medicina, Kinesiología o Nutrición de la Universidad Católica de Cuyo fue el puntapié inicial de una gran amistad entre Albino y Mercedes Gómez de Herrera, quien por ese entonces fue la anfitriona ya que era la decana de la Facultad de Ciencias Médicas de esa casa de estudios. Por supuesto que el médico dio el sí a semejante iniciativa. Y además quedó sobrevolando un vínculo enorme. Justamente por esa relación fue que cuando apareció la oportunidad de extender las acciones de Conin (Cooperadora de la Nutrición Infantil) en San Juan, Albino propuso a Mercedes, su colega coterránea de confianza, para que se haga cargo. Una y mil veces le dijo que estaba seguro de ella y sus capacidades para llevar adelante la tarea que incluye no sólo un trabajo médico exhaustivo con niños sino que abarca a todos los integrantes de la familia en una transmisión social de valores. Es más, hasta se animó a decirle, para convencerla, que ‘nadie es capaz de nada pero que con la ayuda de Dios todo se puede hacer. Y como ésta es una obra para los demás y especialmente para los niños, Dios te va a guiar”, recuerda la actual presidenta para quien ese fue, sin lugar a dudas, el mejor empujón para tomar las riendas de una entidad calificada como ejemplar para diferentes organismos mundiales. De hecho, Conin es órgano Consultivo de Naciones Unidas, es miembro de Scholas Occurrentes del papa Francisco, y fue premiado por Reduca (Red Latinoamericana de Educación).
Desde entonces, hace más de un año, a la fecha fue un incansable trabajo de hormiga: armar una comisión de profesionales que la acompañan desde un comienzo, a la que Mercedes califica de ‘polirrubro”. ‘Estoy convencida que cada uno, desde su ámbito, tiene una mirada de la realidad diferente y que siempre va a aportar algo desde su lugar. Por eso nos integramos
una psicóloga, una nutricionista, una psicopedagoga, un ingeniero, una empresaria, un abogado, un médico, entre otros”, dice refiriéndose a los miembros que la acompañan en la fundación (Cristina Dojanski, Humberto Vargas, Carlos Sarmiento, Azucena Juárez de Chirino, Graciela Chirino de Montoro, Eduardo Montoro, Cecilia Sarmiento, Sergio Albarracín, entre otros) a quienes se suma más de una centena de voluntarios. Son exactamente 116, quienes están dispuestos a poner en marcha una metodología que en Chile logró bajar la desnutrición a los niveles más bajos de Latinoamérica.
‘Ya tenemos la personería jurídica, algo fundamental para empezar a decir formalmente aquí estamos. Y también la página en Internet para que nos conozcan. Ahora tenemos un lugar gracias a que Rawson fue el primer departamento que nos abrió las puertas para empezar a funcionar. Allí queremos acondicionar e instalar consultorios medios donde los chicos de 0 a 5 años serán pesados, medidos e inclusive tratados en sus problemáticas de desnutrición o retardo en el crecimiento. Pero esto no quita que no se puedan ir abriendo otros centros a medida que tengamos demanda y que los municipios nos ayuden, otras sedes’, explica la presidenta, feliz después que el 22 de diciembre pasado, ella como representante de la entidad firmara un convenio con el intendente Juan Carlos Gioja. El acuerdo implica el uso en comodato la infraestructura ubicada en el mismo predio que el Jardín Jazmín de Luna, en el corazón del Barrio La Estación. Allí funcionará el primer Centro Conin San Juan. Será en principio un centro de prevención de la desnutrición y de promoción humana, aunque las aspiraciones a largo plazo es tener también un centro de tratamiento, como hay en otros lugares del país.
Chicos sanos
La metodología Conin fue desde sus inicios y sigue siendo promisoria. Es que su promotor, Abel Albino, -luego de conocer el modelo fundado en Chile por el Dr. Fernando Mönckeberg, quien logró exitosamente quebrar el flagelo de la desnutrición infantil en su país y posicionarlo como el índice más bajo de desnutrición de Latinoamérica- pensó cada paso. Mientras los niños van a ser atendidos por médicos, odontólogos, psicólogos y psicopedagogos, entre otros profesionales, hacen actividades recreativas, estimulación temprana, juegan, comen e inclusive pueden tomar talleres de computación (que es una de las ideas que se implementará en San Juan para enseñarles a programar páginas), sus mamás deberán comprometerse a ir una vez por semana con todos sus hijos de 0 a 5 años. Inclusive aquellas mujeres que están embarazadas también pueden ser parte de Conin.
Para todas ellas, habrán talleres de cocina (se llevarán lo preparado), que no sólo incluyen nociones de nutrición sino también cómo hacer recetas a bajos precios, cómo cuidar la higiene y como sortear problemas sanitarios por ejemplo cuando no tienen agua potable por ejemplo o que se coma en un ámbito de tranquilidad y amor. No es todo. La idea es que también tengan, talleres con salida laboral (por ejemplo costuras, artesanías, etc). También un ropero comunitario donde se venderán a bajos precios las prendas para transmitir valores como la dignidad y la capacidad de elegir lo que se necesita.
Ni siquiera los papás no están excluidos del sistema, según explica Mercedes Gómez, para ellos también habrá talleres de artes y oficios.
‘Partimos de la base que la desnutrición es una patología social compleja que tiene que ver con la alimentación por supuesto, pero también con la educación, con la estimulación, con la cultura, con el trabajo y con las condiciones de vida. Revertirla es un trabajo integral y eso vamos a tratar de hacer para colaborar con quienes más los necesitan pero también para contribuir al desarrollo de una sociedad plena, de la que todos somos parte”, resume la médica que tiene como objetivo ‘trabajar en los 1.000 días de oro del bebé que son el período de gestación y los 2 primeros años de vida donde se forma el 80% del cerebro, a fin de lograr intelectos sanos que se puedan educar. Luego, se continúa hasta los 5 años acompañando a toda la familia y fundamentalmente a los menores de 5 años que la integren’.