¿Hombres celosos? ¿Mujeres celosas? Hay de todo en el mundo y nadie se salva de los celos. Sea como sea se es propenso por naturaleza a ser posesivos con la pareja y es normal sentirse amenazados cada vez que una persona se acerca al otro.

Pero en muchas ocasiones se puede manifestar frustración con el solo hecho de imaginar que él o ella pueda engañar y estar con otra persona. Y aquí es cuando los celos empiezan a causar problemas.

La desconfianza hace que las personas se vuelvan más inseguras. Se está más pendiente de la pareja que de la propia vida, y se sumerge en una etapa en la que lo único que se busca es saber qué es lo que la pareja hace o deja de hacer.

Esa inseguridad hace que se necesite una certeza de que la pareja será fiel, generando que la relación se vuelva una obsesión. Cada mensaje al celular, cada llamada, cada -hola- se convierten en una amenaza directa en los pensamientos del celoso.

La primera forma de solucionar los celos desmedidos son evaluarse y comenzar a aceptar que existe un problema y hay que superarlo juntos.

El origen de los celos


Los celos proceden de varias fuentes, una de las más regulares es la baja autoestima y el pobre auto concepto que se tenga de si mismo. Es decir, los celos surgen cuando una persona no se considera suficientemente capaz de estar a la altura de su pareja.

Los celos también pueden representar las creencias de las personas, en especial en aquellas que han idealizado de forma extrema a su pareja. Por ejemplo una mujer que está de novia con alguien muy codiciado y deseado. Ella sentirá que ha ganado una persona especial, y por tanto percibirá a su hombre, como su mayor tesoro, y por supuesto su mayor logro.

Esto implicará posteriormente que haga de esta persona el centro de su vida; y cuando esto suceda se volverá posesiva y no podrá ver a ninguna mujer hablando con su pareja, ya que en ese mismo instante se sentirá amenazada.

Y algunas de las razones que originan la propia inseguridad pueden encontrarse en las experiencias pasadas: una expareja que haya hecho daño, mentido o engañado; un miembro cercano a la familia que haya sido desleal o una figura paterna descuidada que no prestó la atención y los cuidados que se necesitaban en la infancia o la adolescencia.

Sea cual sea la causa esto es absorbido por el subconsciente y marcará posiblemente por el resto de la vid la manera de conducirse y sentir.

Si esta es la base del problema la solución consiste en proponerse perdonar los daños que la gente, amigos, exparejas o la propia familia puedan haber causado y esto hay que hacerlo no por ellos, sino principalmente por uno mismo. Vencer los celos ayudará a vivir una vida plena, feliz y satisfactoria junto a la pareja.