Microcuento, minicuento, cuento minúsculo, cuento en miniatura. Más de una denominación para el particular género del microrrelato. Para quienes deseen despuntar su pasión por la escritura y con toque minero, ya está en marcha el VI Concurso de Microrrelatos Mineros Manuel Nevado Madrid. El certamen es organizado por la Fundación Juan Muñiz Zapico, una entidad española de la localidad de Asturias que premia a pequeñas obras literarias centradas en la actividad minera.
Los premios otorgados por este concurso internacional son en euros y el plazo de admisión de originales culmina el 22 de octubre de 2009. Sólo se aceptará dos microrrelatos por cada participante, con una extensión máxima de 40 líneas cada uno (ver aparte).
El certamen surgió tras la publicación en 2003, del ensayo Literatura y Minas en la España de los SXIX y XX del autor español Benigno Delmiro Coto. “Es un concurso 100 por ciento minero y único en su tipo por su temática específica”, detalló Benjamín Gutiérrez Huerta, director de la Fundación, vía correo electrónico con CUYO MINERO.
La particularidad del concurso es que está dedicado a la memoria de todos aquellos mineros que lucharon contra el régimen de Francisco Franco. De hecho lleva el nombre de uno de sus principales representantes, Manuel Nevado Madrid. De acuerdo a Gutiérrez Huerta, Manuel Nevado fue uno de los principales dirigentes mineros antifranquistas. Originario de un pueblecito de Córdoba (Andalucía) llegó a Asturias en busca de trabajo y fue creciendo autodidactamente hasta encabezar las principales movilizaciones mineras contra la dictadura y durante la transición. Secretario General de la Federación Minera de Comisiones Obreras y dirigente del Partido Comunista, fue un ejemplo de lucha que aún cuenta con el respeto y admiración en la Cuenca del Nalón, desde cuyo pozo María Luisa (un pozo de carbón) trabajó y luchó. Murió de cáncer en 1990.
Luego de la Guerra Civil Española (1936-1939) y después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la autarquía económica impuesta por el régimen de Franco, provocó la imposibilidad de que España importara cualquier tipo de carbón en grandes cantidades. Esto profundizó el déficit de suministro de carbón durante la postguerra, porque si bien la producción española había aumentado a raíz de la reducción de exportaciones, no fue suficiente para hacer frente a la demanda de este producto cuyo incremento del consumo se
concentró en tres sectores: el ferrocarril, la siderurgia y la electricidad. Las importaciones de carbón, antes de la guerra, representaban el 25 por ciento del consumo nacional.
La expansión carbonera, que podría haber alcanzado los mayores beneficios de su historia en esta época, se vio limitada por la política proteccionista aplicada por Franco. Esta restricción más el descenso del poder adquisitivo de los mineros ante la baja de sueldos (según las cifras oficiales del Anuario Estadístico de España, el descenso se situaría en tomo al 25 por ciento entre 1936 y 1940), provocaron una crisis en el sector carbonero español y asturiano en particular.
Con tal contexto a cuestas, muchos como Manuel Nevado continuaron con la lucha por el trabajo de los mineros del carbón, aún hasta después de la muerte de Franco en 1975, momento en el que se dio inicio a la transición democrática en España.
Ante este marco histórico y en la intención de revalorar el esfuerzo de los mineros de esa época y de todos los que se dedican a esta actividad alrededor del mundo, el concurso recibe obras de escritores de diferentes nacionalidades que estén escritas en castellano o asturiano; aludiendo a motivos temáticos, personajes, argumentos o ambientaciones relacionadas con el mundo de la minería de cualquier país.
En las primeras cinco convocatorias participaron cerca de 1.000 escritores, contando siempre con una presencia cualitativa de Latinoamérica, entre ellos representantes de Argentina. Aníbal Ramón Morixe, Gregorio Andrés Echeverría Vidal y Andrea D’Atri, fueron algunos de los argentinos premiados en las ediciones anteriores.

