Aunque suene increíble, fechas como el Día del Niño pueden provocar batallas impensadas y momentos tensos. Estos son algunos de los ‘conflictos’ más comunes que pueden suscitarse y algunas de las soluciones posibles.

¿Con quién festejar?

Al igual que en la Navidad, por ejemplo, en el caso de hijos de padres separados, lo ideal es buscar un amable consenso. Se trata de agasajar a los chicos de la familia, no de avivar el fuego de viejos litigios ni disputárselos como un botín. Si por distancia geográfica, por ejemplo, no hay chances de que pasen parte de su día con cada uno de los progenitores, puede consensuarse que a la semana siguiente de la celebración (o cuando puedan coordinarlo) disfruten de un fin de semana o jornada especial en la casa de la mamá o del papá con quien no pudieron compartir.

¿Qué regalar a cada uno?

El bombardeo publicitario hace que muchos niños pidan a sus padres y a la nueva pareja de ellos, cosas que no pueden o no están dispuestos a comprar. ¿Qué obsequiar para no hacer diferencias? Una linda opción para que todos se sientan integrados y no endeudarse más de la cuenta – es regalar alguna experiencia grupal: un paseo en bicicletas de alquiler, un taller de manualidades, un picnic en algún paisaje inexplorado, una excursión por la ciudad. Hace falta más imaginación que dinero. Hacer partícipes a los más pequeños de la organización del programa generará entusiasmo y les enseñará a ceder.

¿Cómo evitar peleas?

Cuando los más pequeños perciben armonía entre los adultos, suelen replicar el modelo y, a la inversa, cuando el ambiente se pone tenso, pueden retraerse o ponerse combativos. Si en la familia ensamblada hay respeto y diálogo, es posible que los chicos se adapten sin demasiado problema a las propuestas que vayan surgiendo. Si los planes del Día del Niño conforman a unos más que a otros, se puede tomar el compromiso de programar lo que quedó sin hacer para más adelante y de esta manera ir generando consensos. Es aconsejable no forzar situaciones y tener paciencia, sobre todo si la pareja es reciente y los chicos de se están conociendo y empezando a compartir.

¿Qué pasa si los niños no se llevan bien con sus pares o con la nueva pareja de mamá o papá?

No hay reglas fijas en esto de la convivencia. En general, ha de pasar un tiempo hasta que los niños se acostumbren a los nuevos lugares, a las nuevas relaciones de sus padres y a las suyas propias. La autenticidad siempre gana; no es bueno intentar congraciarse de manera forzada porque sólo se generará más tensión. Hay que dejar que las situaciones se vayan acomodando de manera gradual, ser firme si es necesario y recordar siempre que los niños necesitan sentirse respetados, contenidos y escuchados en su individualidad.

Nada hay que el diálogo y el amor no puedan resolver.

Feliz Día del Niño, a los chicos y a los adultos. Todos llevamos un niño en nuestro corazón.