
Una nueva investigación de la Universidad de Texas, USA, ha dado el primer paso hacia una nueva forma de producir algodón más productivo y vigoroso, a través de un proceso llamado modificación epigenética.
En este último estudio, los especialistas identificaron más de 500 genes que se modifican epigenéticamente entre variedades de algodón silvestre y algodón domesticado, algunos de los cuales se sabe que se relacionan con rasgos agronómicos y de domesticación.
Esta información podría ayudar a la selección de los tipos de rasgos que los fitomejoradores quieren alterar, como el rendimiento de las fibras o la resistencia a la sequía, el calor o las plagas.
