Galletitas de chocolate, dulce de leche y queso crema. Con sólo nombrar los ingredientes de la Chocotorta, ya se hace agua la boca, un privilegio que ya no solo es nacional sino que trascendió las fronteras porque desde hace unos días se ha ganado el podio como el mejor postre del mundo. De hecho, en el ranking que elabora el Taste Atlas -una guía virtual especializada en comidas típicas del mundo creada por un periodista croata, Matija Babic, interesado por rescatar sabores, ingredientes y los lugares más recomendados donde probarla- sedujo a los más refinados paladares. Es que en este sitio, que tiene una base de datos de 10 mil recetas, por ahora sólo en versión inglés, cautivó a más de 63.000 votantes, en su mayoría críticos de restaurantes internacionales y foodies. Vale consignar que este emblema de la gastronomía argentina obtuvo 4.8 puntos, sobre 5, el máximo puntaje establecido. E incluso logró llevarse más aplausos que algunas recetas clásicas.
"Esta torta de chocolate sin cocción fue influenciada por la cocina italiana y el famoso tiramisú. Está hecha con tres ingredientes argentinos: galletitas de chocolate, dulce de leche y queso crema. Las galletitas se ablandan con leche y se apilan en capas con una combinación de queso crema y dulce de leche. Las formas pueden variar y las galletitas pueden remojarse en leche chocolatada, café o licor de café’, explica la descripción de Taste Atlas que justifica el primer puesto.
Como dice Agostina Roldán, una estudiante de psicología que para despuntar el vicio se ha convertido en pastelera, es una preparación que tiene éxito asegurado. "Si hay Chocotorta en un box de desayuno o es una opción de torta, difícilmente alguien pueda negarse’. Ella la rescata como una receta irremplazable en su sabor, fácil de preparar, que trasciende tiempos y modas y como si fuera poco, versátil porque puede adaptarse a todas las necesidades y gustos.
Aunque con polémica -por lo que es una preparación sin horneado ni mayores técnicas culinarias- esta receta igualó al Gelatto al pistacchio de Italia, ese helado de color verde y sabor polémico para muchos y al Apfelkuchen, un pastel de manzanas, canela, nueces y pasas -cuya masa hojaldrada puede llevar harina de almendras- que en Alemania puede comerse frío o tibio, según el gusto del comensal. Pero superó ampliamente en votos al Liège Waffle de Bélgica, que son waffles dulces porque a la masa con levadura y manteca se le agrega azúcar perlada (que es un tipo de azúcar de tamaño más grande de lo que aquí se conoce) por eso muchas veces no llevan agregados y al Zserbó que es un postre típico de Hungría, a base de una masa de levadura dividida en varias capas y rellenas con una mezcla de mermelada de damasco y nueces, la última capa lleva cobertura de chocolate.
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Una receta, miles de opciones
Agostina Roldan, recibida en el Iga y pastelera de su propio emprendimiento "Estación Dulce’ se declara fanática de la Chocotorta y aclara que es no sólo para preparar para terceros, sino para comerla acompañando una tacita de café. "Me encanta cuando sale muy chocolatosa y bomba’. Estas características las traduce en la receta que más cocina: "mi Chocotorta no lleva queso crema, sino crema de leche. Y, a diferencia de la original, cuyas galletitas son embebidas en vino oporto, yo prefiero bañarlas en café con el agregado de licor de café, para realzar aún más el sabor. Pero eso no es todo, para terminar le coloco una ganache de chocolate que es una preparación de crema de leche y chocolate semiamargo con la que cubro toda la torta. ¡Una bomba!’, cuenta.
Si la Chocotorta va a ser para niños o para personas muy golosas, a Agostina le gusta cubrirla de bombones, chocolates artesanales y hasta obleas bañadas en chocolate. Si bien está muy de moda, llenarla de gomitas u otras golosinas, para ella, no combinan, aunque reconoce que queda una decoración llamativa.
Una de las opciones más interesantes de la Chocotorta es la que intercala entre las galletitas y la preparación cremosa nueces picadas y coco rallado. "No debe llevar mucho coco porque es seco. Pero queda muy rico’, dice.
Si le piden el agregado de frutas, aunque para esta pastelera no es en este caso un aporte atractivo, sólo apela a incorporar frutillas. Para ella, el resto de las frutas, no es compatible con la mezcla de crema o queso crema y dulce de leche.
Quienes quieran variar la receta tradicional pueden optar por cambiar las galletitas por un bizcochuelo y por qué no una base de brownie de chocolate o galletitas caseras de chocolate. Entre los rellenos también propone agregarle a la crema galletitas de chocolate molidas y trocitos de chocolate blanco. Las galletitas se pueden mojar desde un almíbar, una leche chocolatada, hasta bebidas alcohólicas. Inclusive hay recetas veganas de Chocotorta con queso de castañas de cajú y leche de almendras, otras que llevan agregado de cerveza. De todos modos, estas variantes aún no han sido probadas por la pastelera.
Para contactar a Agostina basta con escribirle por Whatsapp al 2644366888 o en sus redes sociales como Estación Dulce SJ.
Corría 1982 y Marité Mabragaña combinaba varias funciones: era la directora creativa de la exitosa agencia de publicidad de Ricardo De Luca, mamá de dos hijos y esposa de un compañero de oficina (donde trabajan 150 empleados). En ese entonces manejaba, entre otras, las cuentas de Mendizabal, que era Mendicrim y de Bagley, o sea Chocolinas. Fortuitamente o por esas cosas del destino un día llevó a su trabajo una torta con magia, preparada con pilitas de galletitas humedecidas en oporto y un relleno que había probado un montón de veces, la mezcla de dulce de leche con queso crema. Cuando la probó su jefe, se encendió la lamparita: algo debían hacer con semejante exquisitez.
Marité hizo otras tortas y se la llevó a los clientes. Como no se le ocurría otro nombre, la bautizó Chocotorta.
Tardó un año en convencer a las empresas para hacer un comercial diferente y lo logró porque fue el primer aviso compartido por dos marcas a la vez y además, la publicidad que estuvo dos años al aire, generó un aumento de ventas exponencial. También propuso que en los envases, tanto de las galletitas como del queso, se incluyera la receta. Fruto de todo esto, la Chocotorta empezó a ser protagonista en cumpleaños y todo tipo de festejos. Ahora llegó a las heladerías y ha sido galardonada como una idea publicitaria que ha perdurado en el tiempo.