Muchas veces, algunas personas dicen que su cara enrojece cuando entra a lugares calefaccionados, y no siempre toman la debida atención ya que se puede tratar de Rosácea. Claro que este no es el único factor desencadenante o exacerbante sino que hay otros como el sol, el café, las bebidas cola, el vinagre, el alcohol, los condimentos picantes, las comidas o bebidas calientes, entre otras. En cualquiera de los casos se debe consultar a un médico dermatólogo u oftalmólogo -si afecta los ojos-, ya que una detección temprana facilita el control de su evolución en el tiempo.
La doctora Verónica Godoy, especialista en dermatología, indica que "puede comenzar como una tendencia a ruborizarse con facilidad pero va y viene. Los síntomas pueden avanzar e incluir enrojecimiento facial persistente, bultos rojos y pústulas, y vasos sanguíneos dilatados. Rara vez desaparece sola, es una enfermedad crónica. Los pacientes pueden mejorar sus posibilidades de eliminar esta molesta afección con un mejor conocimiento de la enfermedad, sus posibles causas y las opciones de tratamiento. Es una patología más común de lo que se piensa".
Esta enfermedad, que se caracteriza por la presencia de enrojecimiento de la cara, a veces el cuello y el escote, se puede presentar en diversos tipos. Una de ellas es la denominada "Rosácea eritemato-telangiectática", que es aquella en la que la tonalidad de la piel es de color rojo permanente, los vasos sanguíneos son visibles y hay picazón o ardor.
Otra es la "Rosácea papulopostular". En esta la piel tiene una coloración rojiza permanente con brotes, granos que pueden llegar a tener pus y que duran hasta 4 días. Es muy fácil confundir este tipo de rosácea con el acné.
En tercer lugar está la "Rosácea fimatosa", que presenta enrojecimiento de la piel, engrosamiento de la nariz y la piel y nódulos con superficie irregular que van creciendo.
Finalmente se puede mencionar la "Rosácea ocular", que afecta los párpados, las orejas, las mejillas, la frente y la barbilla. Los vasos sanguíneos superficiales se hacen visibles. Los ojos están siempre secos, los párpados irritados y enrojecidos y se tiene la sensación de picazón y ardor constante.
"Si bien hay varios tipos de rosácea las más comunes son las que se reproducen en el rostro y cuando esos ataques de enrojecimiento se suceden con mayor frecuencia la piel queda enrojecida permanentemente, apareciendo además ronchas y pústulas, lo que trae aparejado un problema estético en los pacientes y en su calidad de vida, incluso provocando sentimientos de vergüenza y disminución de la autoestima", agrega la doctora Godoy.
Factores peligrosos
Además de la consulta al médico, la especialista recomienda evitar los siguientes factores:
-Ambientales, como la exposición a temperaturas muy calurosas o muy frías, el viento, el sol, la humedad, y la polución (incluyendo el humo del cigarrillo), como también el polen y los gases de los automóviles.
-Psicológicos, como el enojo o el estrés. Las hormonas del estrés como la adrenalina disparan procesos inflamatorios en la piel.
-Externos, como algunas fragancias, detergentes y medicinas tópicas (incluida las cremas con cortisona), como también los baños calientes, ejercicios intensos, las bebidas alcohólicas, y las comidas especiadas o picantes.
– Respecto a la rutina se recomienda evitar los factores como el sol, el calor, las duchas calientes, fumar, tomar alcohol, usar el secador o comer alimentos muy condimentados.
– Uno de los factores de mayor riesgo sobre los cuales, la doctora Godoy pone siempre mucho énfasis es el cuidado del sol y recomienda primordial protección solar todos los días del año, aplicada varias veces al día y adecuada al tipo de piel.
Otra de las recomendaciones es "dejar de ocultarse por la rosácea y comenzar a curar la piel. Un dermatólogo cualificado podrá ayudarlo a comprender mejor qué es la rosácea, cuáles son sus posibles causas y qué método de tratamiento es el mejor para cada persona".
Las causas
Aunque se cuenta con una frondosa investigación sobre la rosácea, sus causas aún no han podido determinarse. Los investigadores piensan que la causa probable es una combinación de condiciones genéticas y factores ambientales como las infecciones bacterianas y el daño producido por el sol.
Tratamientos
Los avances tecnológicos y científicos han permitido que en la actualidad hayan más y nuevas formas de encarar este enfermedad crónica. Aquí algunos de los tratamientos que se suelen brindar en los consultorios:
*Luz Pulsada Facial o IPL: Consiste en la aplicación de un rayo de alta energía que deshidrata y elimina esos vasos sanguíneos superficiales muy finos logrando la desaparición de los signos cutáneos.
* Cremas especiales para hidratar y reparar la piel, incluso existen factores de protección solar para el cuidado de la rosácea.
* Técnicas de dermoabrasión.
*En algunos casos también se puede medicar al paciente con el uso de antibióticos por vía oral o en forma tópica.
* Ya que todas las rosáceas son diferentes y existen muchas causas o factores influyentes, el dermatólogo después de una evaluación con el paciente puede armar un combo de tratamientos acompañados de los cuidados y consejos adecuados para así ver un buen resultado en la evolución de la enfermedad.
Por todas estas razones y porque es más fácil controlarla en los estadíos más tempranos, es importante la consulta al especialista que este ofrezca los tratamientos necesarios para su control y evolución.
Fuente: Dra. Verónica Godoy, Dermatóloga
Clínica Alvear, Matías Zavalla 71 Norte
Teléfono: 4267436