Cariló es una localidad del Partido de Pinamar, ubicada al Sur casi lindando con Villa Gesell. Es reconocida por muchos como una de los lugares más bellos de la Costa Atlántica y también uno de los más exclusivos. Constituye una reserva natural de bosque, médanos y playa con una extensión de 3.000 metros de frente marítimo y, en promedio, 2.500 metros desde el mar a la Ruta 11 por donde se accede a este lugar paradisíaco.

Además de los recursos naturales, fauna y flora, Cariló dispone de 52 hoteles y apparts de diferentes niveles. En sus amplias playas solamente se permitió instalar 3 balnearios y un parador, conservando de esta manera, el aspecto salvaje y virgen de dunas, playa y mar.

"La oferta de alojamiento se reduce a hoteles y aparts de categoría, y no está permitido acampar, en la práctica Cariló está restringido para el viajero que está dispuesto a gastar mas plata de la habitual", explica Sergio Sirerol de Puerto del Sol Turismo.

Si bien la principal actividad que realiza la mayoría de la gente es ir a la playa, hay otras alternativas, muchas de ellas relacionadas, por supuesto, con el mar, y otras como equitación, polo, cabalgatas, tenis, como así también actividades culturales especialmente pensadas para la temporada de verano como teatro, shows en vivo y ferias artesanales. Incluso cuenta con un circuito histórico muy interesante debido a sus orígenes.

Este lugar podría ser una playa más, pero gracias a Héctor Guerrero, quien heredó ese lugar a los 28 años se convirtió en ese bosque inmenso. El decidió forestar todo ese médano comenzando por la Estancia "Dos Montes" que contenía por ese entonces el potrero "Médanos", de unas 1.700 hectáreas. Un desafío múltiple: contra los temporales y el viento que sopla sin obstáculos, contra las hormigas y las liebres, contra la falta de caminos y transportes adecuados, contra lo poco que se sabía sobre forestación en arena, y muchos otros obstáculos.

Ya en 1935, luego de 18 años de esfuerzo, organización y continua e importante inversión privada, la plantación llegó al mar. El cambio de hábitat había comenzado a modificar la ecología zonal. Los pájaros lugareños comenzaron a anidar en lo que Guerrero bautizo como "Cariló", que significa Médano Verde.

En 1947 el mismo Guerrero certificó que tenía casi 700 mil plantas listas para ser sembradas, por lo que actualmente es imposible calcular la cantidad de árboles y otras especies que hay.

La reserva sin lotear ha sido dividida entre sus propietarios (la familia del fundador) y cada uno de los grupos que presentó un proyecto de loteo para seguir urbanizando la localidad. De común acuerdo con los propietarios y la Municipalidad, se ha consensuado un Código de Ordenamiento Urbano por el cual se establece que los lotes tengan proporciones generosas y los espacios libres de construcción en los mismos también lo sean, con el fin de asegurar una baja densidad edilicia y evitar el excesivo deterioro del bosque.

Cariló es uno de los puntos de atracción turística más importante del país y uno de los lugares privilegiados para vivir.