¿Cómo lleno de flores mi jardín? Es lo que todos se plantean. Pero en realidad el tema pasa por saber ubicar de manera estratégica las flores. La ubicación puede ser en un cantero, un macizo, en borduras o bien crear un punto focal. Lo que se trata es de llamar la atención y deleitarnos con las flores. El entorno es muy importante, generalmente ellas están acompañadas por otras plantas, arbustos, herbáceas, árboles, césped, etc., por lo tanto el color de las flores tiene que hacer una buena composición para armar el paisaje soñado. Se recomienda un buen manejo de la paleta de colores y también de las texturas, de ese modo se hará más fácil elegir un solo color (monocromático) o bien de muchos o dos colores. Si nos dejamos llevar por las tendencias en paisajismo, la propuesta está en diseñar con contrastes o de un único color. Otro de los puntos a tener muy en cuenta es el estilo de arquitectura de la casa; esto marca un estilo que incide a la hora de diseñar el espacio verde.

Combinar plantas en un cantero es un arte que implica no solo el buen manejo de los colores y las texturas, sino también el conocimiento de las plantas y su comportamiento durante todo el año en las diferentes estaciones, además de clima y suelo. Por ello es bueno tener presente la siguiente guía:


Para realizar la tarea

Ubicación: Elegir el emplazamiento es el primer paso, saber que orientación posee, vista del cantero (desde donde va a verse), épocas en que va a disfrutarse.

Tamaño: El estudio de proporciones debe realizarse para cualquier sector de la casa y jardín, considerando el espacio dado y el tamaño de las construcciones. Así sabremos que forma tendrá el cantero que implantemos, si es regular, irregular, geométrico o de líneas sueltas.

Color y luminosidad: Es un recurso que bien utilizado llena de vida un jardín y hasta puede influir sobre los estados de ánimo. Algunos colores producen paz y armonía y otros alegría. Los efectos de contra luz también son importantes que los producen ciertas flores y colores.

Circuito cromático: Los colores están agrupados de acuerdo a la temperatura: los cálidos (incluyendo los rojos, amarillos y púrpuras) y los fríos (que agrupan los azules, verdes junto con el blanco). Los colores cálidos provocan un impacto visual fuerte y llaman la atención, en tanto que los colores fríos son más tranquilos y quedan relegados a un segundo plano. También existen los colores neutros o intermedios y los pasteles, generalmente usados para atenuar los colores puros.