El departamento Calingasta sigue ganando el interés en cuanto a las potencialidades demostradas por los vinos varietales obtenidos en oasis situado a más de 1.500 metros de altura.
Un sol abundante y la amplitud térmica parecen imprimir su marca en las variedades de uvas cultivadas en aquellas zonas desde hace más de 100 años como el torrontés sanjuanino, la uva criolla y cereza y desde la década del 90 a la fecha se están cultivando variedades finas como Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Merlot, Bonarda, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Pinot Gris tal como lo indica el licenciado en enología Juan Patricio Villanova del emprendimiento exportador Alta Bonanza de los Andes de Sorocayense.
Existen zonas o distritos donde están cultivados los viñedos de norte a sur a ambos lados del río, como en La Isla, Hilario, Tamberías, Sorocayense, La Puntilla y Barreal según indicara el enólogo.
También habrían nuevas plantaciones de Calingasta al norte, como Villa Corral, Puchuzún y Villanueva.
Pero existe un dato muy interesante, hay espalderos construidos de este a oeste y a diferencia de los del Valle de Tulum, que se construyen de norte a sur, para permitir que las corrientes de aire frío escurran hacia el río, sin provocar daños por heladas a la vid.
En superficies desde la campaña 2000-2001 a la 2006-2007 su superficie cultivada con vid creció un 136 % al pasar de 129 hectáreas de vid a 305 hectáreas según el relevamiento de Hidráulica.
Nuevas inversiones
Los vinos calingastinos ya son probados en el mundo y la Bodega Boutique de Sorocayense del matrimonio alemán de Gerhard Hasee y su esposa Astrid se suman al menos una nueva elaboradora de vinos similar y nuevos parrales y viñas con variedades finas en pequeños y medianos emprendimientos.
Gastronomía
Existen nuevas inversiones no sólo en la disponibilidad de alojamiento sino también gastronomía, como los restaurantes El Mercedario y Héctor que ofrecen en suelo barrealino importantes variedades de platos en base a hortalizas de la zona acompañadas de los buenos vinos de este valle cordillerano, por supuesto.
Colonia y comida Alemana
En Barreal además pueden degustarse platos internacionales y por ello muchos aconsejan ir al restaurante "del alemán" o "Berni", para sus amigos.
Bernhard Imgraben, es un incansable trabajador e ingeniero naval alemán, que llegó a la Argentina, a mediados de la década del 80. "Vine con mucho trabajo en las empresas navieras durante el gobierno del Doctor Alfonsín. De Argentina sólo conocía la guerra de Las Malvinas y las ollas populares".
"Durante la época del corralito se me fueron las ganas de quedarme en este país. Aún no entiendo que le pasa a un país tan rico como Argentina" confesó el inmigrante que se casó con Perla, una médica veterinaria argentina.
"Hace 8 años que llegué a Barreal. Siempre mi sueño fue de ir a vivir a algún lugar en la montaña y hacer un pequeño restaurante"comentó Bernhard agregando que "yo aprendí la gastronomía en Alemania, junto a mi madre que cocinaba en un hotel en Hamburgo, pero luego seguí la profesión de mi padre que trabajó toda su vida en los submarinos alemanes".
"Más tarde, al extrañar la cultura y las costumbres alemanas, me llegó la idea de formar una colonia alemana en Barreal. Ya son 8 las familias que me acompañan", comentó finalmente durante una recorrida por el Barrio Alemán.

