El sector frutícola en Chile no pasa por un buen momento. Los paros portuarios sembraron desconfianza en el mercado internacional y el envío de productos que no cumplen con el estándar y calidad prometidos afecta la imagen de ese país como exportador confiable de frutas.

Según analistas consultados por El Mercurio, estos son hechos totalmente evitables que se enfrentar con mayor anticipación.

+Los recibidores mencionan que Chile se está convirtiendo en un abastecedor poco serio. Pero lo concreto es que Chile no se está comportando como en años anteriores+, comentó Rodrigo Manasevich, consultor de Utilitas al medio chileno.

A esta situación, se sumaron las heladas y la sequía, que son eventos climáticos incontrolables, pero también factores que dependen directamente de los proveedores como el hecho de que exportadores envíen fruta a países desabastecidos, sobre todo al inicio de la temporada, que no cumple con el estándar y calidad prometidos.

De acuerdo a El Mercurio, la situación es un círculo vicioso, porque a causa de las heladas o la sequía, la fruta crece menos o defectuosa, o pierde calidad estancada en los puertos por huelgas que no permiten a los barcos zarpar.

La uva de mesa, los arándanos y kiwis son los productos más afectados.

Si los exportadores sureños rebajan la calidad y condición de la fruta a límites no aceptables por el mercado, es porque están convencidos de que la falta de volumen abrirá espacio en el mercado para este tipo de fruta. Así, logran un mejor retorno económico, porque mandar fruta al exterior siempre será más conveniente que venderla en Chile, explicó.

Aunque los embarques crecieron 5.4% y Chile exportó US$ 4,070 millones el año pasado, los envíos al mercado estadounidense han registrado una baja. Al parecer, los exportadores estarían priorizando el mercado asiático, especialmente plazas como Hong Kong, Corea y China.