Podrían haber juntado elementos primordiales y enviar un cargamento desde Buenos Aires. Sin embargo, conciben el acto de colaboración de otro modo. Quienes forman parte de Cadena Argentina, una organización internacional que tienen sedes en diferentes partes del mundo y actúa en emergencias y desastres, entienden que la solidaridad pasa por la entrega en mano para estar más cerca de quien lo necesita, para conocer su realidad y para comprometerse a ayudarlo a seguir adelante. Pero eso no es todo. Parte de su tarea pasa por la contención y por darle la posibilidad de salirse por un ratito de la gravedad del caso, generando aunque sea una sonrisa por unos minutos. Por eso, consideran que el acto no está completo si no hay una charla empática y hasta un momento de juego para los más chicos. 

Los sanjuaninos fueron testigos hace unos pocos días de esta metodología de trabajo, cargada de esperanza. Es más, podría decirse que fueron beneficiarios con la llegada a la provincia de dos voluntarias de Cadena Argentina, quienes con un grupo de jóvenes de la Sociedad Israelita de San Juan, pusieron a funcionar el precepto del Tikum Olam, un principio fundamental para el judaísmo que se refiere a la reparación del mundo y que remite al concepto hebreo de justicia social, que abarca no sólo la solidaridad sino que es una filosofía de vida -incluida en algunos rezos, prácticas religiosas y libros fundamentales- que incluye el interés por la humanidad, la bondad, la empatía con el otro para poder construir y convivir en un mundo resiliente, justo y equitativo para todos. 

Con esa lógica, el fin de semana pasado fueron a distintas zonas de Villa Krause y Médano de Oro en Rawson. Visitaron algunas familias en calle 6 en Pocito y también en Santa Lucía . Pero no fueron solas Sol y Julieta, quienes vinieron en representación de la entidad. Un grupo de jóvenes sanjuaninos entre 16 y 20 años, todos ellos educadores no formales del movimiento juvenil Hejalutz Lamerjav, se sumaron a la iniciativa no sólo para dar una mano en las entregas, dejar armadas las carpas a las familias que más lo necesitaban sino fundamentalmente para regalarles un rato de entretenimiento, juegos y alegría a los más chiquitos porque comprenden que son los más afectados en estas situaciones.

"Ni bien nos enteramos de la magnitud del terremoto, nos contactamos con la comunidad judía de San Juan e hicimos una alianza para que la ayuda fuera la que verdaderamente se necesitaba. De inmediato se activó el pedido de donaciones en especie o en dinero para cubrir la compra de todo lo que hacía falta en esta emergencia. A su vez, también recibimos ayuda logística del Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia para poder relevar y detectar las familias que habían perdido sus casas o cuyas situaciones eran más graves’’, cuenta desde Buenos Aires, Wanda Wurman, la directora de Cadena Argentina.

Casi que en un abrir y cerrar de ojos, el mecanismo de donaciones se puso a funcionar. Por un lado, desde el aporte de socios y amigos de la Sociedad Israelita de San Juan, también la entidad que funciona en Mendoza, más los fondos que destinó Cadena, se pudo solventar la compra de 40 carpas para las familias a las que se les habían caído sus casas o estaban en peligro de derrumbe. A su vez también se financió la adquisición de filtros de agua, bidones de agua, lámparas solares, barbijos, decenas de bidones de alcohol en gel y alcohol liquido al 70% para no dejar de hacer hincapié en los cuidados que requiere la pandemia.

Mientras que a Sol Winkel -que el 30 de diciembre estuvo acercando donaciones a los tucumanos afectados por las inundaciones- le sorprendió encontrarse con tantas familias que no querían abandonar su lugar, pese a no tener un techo o a que sus casas están en peligro de derrumbe, a Julio Gorodetzky -para quien el viaje a San Juan significó su primera "misión’’- rescató la amabilidad, la receptividad y el agradecimiento de la gente, además de su actitud por querer salir adelante en medio de una situación tan difícil, tan dolorosa.

Desde Cadena se comprometieron a volver. Claro que esta vez será con otro plan, con otra estrategia. Es que una vez que junten los aportes suficientes -para eso siguen en campaña de recaudación de dinero o materiales – y tengan el proyecto en borrador, planean visitar la provincia con un sueño de reconstrucción sismorresistente, aunque sea de unas pocas casas. "Esto es algo muy ambicioso porque jamás lo hemos hecho en nuestra institución. La idea es que nadie tenga que volver a vivir el ver caer el techo de su casa o las paredes, sino que vivan en un lugar seguro’’, coinciden las voluntarias, sin dejar de lado, la esperanza de poder ayudar una vez más.

Para sumarse

Según explican hay muchas formas de sumarse: ya sea como voluntario, ya sea como aportante de elementos puntuales que se necesitan (desde kits de covid hasta elementos de construcción) y de dinero. Quienes deseen hacer este tipo de donaciones pueden hacerlo a través de la cuenta que tiene la Sociedad Israelita de Beneficencia de San Juan en el Banco San Juan con el CBU 0450500601800016595162.

Eslabones fundamentales

El terremoto del 2005 en México fue el desafortunado evento que accionó a la comunidad judía del lugar Para darle forma a una entidad Para ayudar. Así nació Cadena que pronto sumó nuevos eslabones y se fue expandiendo por el mundo. Actualmente la organización de voluntarios tiene oficinas en Estados Unidos (la sede de Miami actúa como Cadena Internacional, accionando cada vez que hay un desastre humanitario en cualquier país, sea miembro o no de la ONG), Chile, Colombia, Guatemala, Costa Rica, Israel, Sudáfrica, Argentina. Además, hay un proyecto continuo en Venezuela.

La idea es que en cada localidad o provincia de cada país hayan grupos de jóvenes voluntarios que puedan responder a las necesidades más urgentes que van desde acciones Para enfrentar el Covid-19 tal como ocurrió a lo largo de todo el 2020 hasta palear los primeros momentos dejados por una crisis humanitaria o un desastre natural como puede ser un tsunami, una erupción de un volcán, el paso de huracanes, inundaciones y como en el caso de San Juan, el terremoto de 6,4° ocurrido el 18 de enero pasado.

La entidad madre trabaja codo a codo con diferentes instituciones desde la ONU y hasta el Ejército de Israel, que capacita especialmente a los voluntarios Para el rescate de personas, en casos de desastres internacionales. También tiene equipos médicos y psicólogos que dan atención y contención, en situaciones que lo requieran.

Para mayor información se puede contactar por redes sociales (se la encuentra como @cadena_ argentina en Instagram y como cadena.ar en Facebook) por en sus mails voluntariado_ argentina@cadena.ngo y dirección _argentina@cadena.ngo.