Se casaron hace cincuenta y un años en la estancia paterna de ella, en Tucunuco, Jáchal. Ursulina María Eva Cantoni tenía entonces diecisiete años y Ernesto Fermín Basáñez, veinte. Ella se recibió de Maestra Normal y luego fue diputada provincial. Él, es enólogo y para la ocasión, celebraron con un almuerzo en el que sirvieron dos vaquillonas con cuero asadas en pozo por gente de la zona. Tuvieron cinco hijos, Roxana de la Macarena (50); Sandra Elena (49); Federico (47), que llegó especialmente desde Washington, donde fue designado gerente del BID; Ernesto (38) y Martín Ángel (36). Al cabo de los años, celebraron nuevamente con una misa de acción de gracias en la parroquia de Zonda y la renovada bendición del sacerdote Hugo Gallardo. Allí, la pareja ingresó acompañada por la mayoría de sus nietos y en el altar, los esperaban los cinco hijos para una ceremonia por demás emotiva y cariñosa. Festejaron con otro almuerzo pero esta vez en La Coqueta, en las Sierras Azules, propiedad de Andrea Beatriz Coria y su esposo, Ariel Paz; junto a sesenta invitados. Fue un locro servido en panes cavados y humita, servida a su vez en zapallitos individuales. El vestido de Ursulina para esta ocasión, fue un diseño de Alejandro Parra. Durante el almuerzo, disfrutaron del humor de Orlando Balmaceda, regalo de las hijas. La reunión fue por demás animada y se prolongó hasta bien entrada la tarde.