Chañar

El árbol conocido como Chañar o Geoffroea decorticans, es de la familia de las fabáceas (o leguminosas) de corteza verde amarillenta y fruto dulce y comestible.

Tiene un fuste erguido cuando crece aislado pero es arbustivo cuando crece en bosquecillos. Llega a los 3 a 10 m de altura, la corteza se desprende longitudinalmente en fajas irregulares por debajo de las cuales aparece la nueva corteza verde. El follaje es abundante y de color verdoso. El tronco posee una gruesa corteza surcada por hendiduras medianamente profundas que le otorgan una textura áspera. El ramaje del chañar junto a su follaje es cuantioso y proporciona una imagen redondeada a la copa del árbol. Los pétalos de la flor del chañar están pigmentados por un amarillo intenso.

Florece de septiembre a octubre y fructifica de noviembre a enero. El fruto es una legumbre drupácea, muy carnosa, dulce y comestible. En nuestra provincia se utiliza para hacer el arrope de chañar.

Lapacho rosado

Tabebuia Avellanedae es su nombre científico o como lo conocemos Lapacho Rosado. De la familia de las Bignoniáceas. Es un árbol nativo de América, desde en norte de Argentina hasta México. Posee una altura de 15 a 30m., por lo tanto es de primera magnitud. Su copa es semi globosa o aparasolada. Su

follaje es caduco, con hojas de color verde, lanceoladas. Su floración lo hace muy decorativo, llama la atención de cualquier ojo humano, sus flores en forma de trompeta son de color rosado o de color rosado violáceo, se produce fines del invierno y principios de la primavera, antes que las hojas broten.

El fruto es una cápsula cilíndrica y estrecha, contiene numerosas semillas aladas. Su fuste es esbelto, cilíndrico y desprovisto de ramas, hasta los 8 metros aproximadamente. Corteza: castaño grisáceo, dura, difícil de desprender. Prefiere los suelos arenosos y húmedos. No tolera las heladas.

Es una especie muy valorada ornamentalmente por su espectacular floración cuando el árbol aún se encuentra desnudo de su follaje. Su madera es utilizada para la medicina.

Jacarandá

Su nombre científico es Jacarandá mimosifolia D. Don., su nombre común Jacarandá, Palisandro, Tarco. También de la familia de las Bignoniaceae. Árbol nativo de Brasil, Paraguay y norte de Argentina. Es caducifolio, de rápido crecimiento, copa esférica. De 6 a 10 m de altura, por lo tanto es de magnitud media. Sus hojas son perennes (caducas con heladas fuertes), parecidas a las de un helecho, opuestas, de color verde grisáceo.

Las flores se reúnen en espigas y son azules o púrpura azulado, en racimos al extremo de las ramas, cubren todo el árbol. La floración se produce en primavera. Puede haber una segunda floración a principios de otoño. Es destacable la copa de este árbol florecido, por lo tanto de gran valor ornamental.

Su fruto es una cápsula leñosa plana marrón oscuro, las semillas son aladas. Fructificación a finales de otoño, permanece todo el año.

Es un árbol resistente a las condiciones urbanas por lo que está indicado en plantaciones de alineación de calles y parques. La caída de flores y semillas produce efecto alfombra. Las heladas le perjudican, sobre todo a los ejemplares jóvenes, que llegan a morir. Es de pleno sol. En cuanto a tipo de suelo, prefiere terrenos areno-arcillosos que mantengan la humedad.