Lo que suele comenzar como un entretenimiento y una fuente de comunicación con otras personas, puede transformarse en un problema para muchos usuarios. El fanatismo por el uso de internet y la conexión a las redes sociales, con teléfonos móviles o computadoras, se está convirtiendo en un tema creciente de consultas en centros de tratamiento de adicciones en el país. Las víctimas son personas de todas las edades, en especial jóvenes, que buscan salir de esta situación que cada vez afecta a más "internautas’ que buscan ayuda en profesionales de la Psicología, según los especialistas.

Si bien el concepto de adicción se ha relacionado con la dependencia a algunas sustancias, en los últimos años el vertiginoso avance de la tecnología ha planteado nuevas posibilidades, actividades y servicios entre ellas las redes sociales. Estas son útiles para quienes las usan de manera saludable; sin embargo, la utilización irresponsable o desmedida, dio paso a lo que actualmente se denomina como "adicciones comportamentales’ (o sea, no químicas), explica la psicóloga sanjuanina Mónica Oliveros (MP: 256).

La profesional agrega que "esta definición también se aplica a la ludopatía, que es la adicción al juego, a la necesidad de compras compulsivas, a la dependencia excesiva del celular y de los videojuegos, etc. En este punto hay que aclarar que si bien la misma no está contemplada en la última clasificación de patologías mentales, D.S.M.IV, la realidad plantea la necesidad de incluirla como un trastorno del control de impulsos’.

Existe un proceso que desemboca en la adicción. Se comienza con esta actividad como la práctica de algo que resulta entretenido o útil para el individuo y de a poco se va convirtiendo en una obsesión que provoca la necesidad constante de conectarse.

* La persona lo usa cada vez con mayor frecuencia y durante más cantidad de tiempo.

* Comienza a darle más importancia a las relaciones logradas a través de este medio que a las personales ya existentes o potenciales, rehusando cada vez más a los contactos directos o reuniones sociales, lo que provoca aislamiento.

* Manifiesta excesiva preocupación por todo lo que se relaciona con el uso de ordenadores o acceso a internet.

Punto común

La licenciada Oliveros explica que el punto común de todas las adicciones es la pérdida de la capacidad de elegir aquellas conductas que son más saludables para su vida, es decir, la extrema dependencia de determinadas sustancias o actividades que deteriora progresivamente las distintas facetas que componen la vida de cada ser.

En el caso de las redes sociales, algunos de los indicadores adictivos que se pueden observar son:

* Alteraciones importantes de las relaciones y actividades sociales, familiares y profesionales.

* A pesar de tomar conciencia de la dependencia y los inconvenientes que ésta le genera, la persona no puede controlar su conducta, es decir, pierde la capacidad de elegir.

* Comienzan a presentar trastornos de orden físico, como dolor de espalda, problemas de vista, trastornos del sueño y de los hábitos alimenticios, ya que saltean comidas con tal de no cortar la actividad.

* Se aburre si no está conectado a la red, sintiendo ansiedad y tensión por ello.

* Se observa un deterioro de sus relaciones de pareja, familiares, amistosas y su desempeño laboral se torna menos productivo por el uso para otros fines.

* Comienza a mentir sobre el tiempo que pasa conectado.

Cómo se sale de la adicción

La solución estaría dada por trabajar en la resolución de aquellos factores personales que hacen vulnerables a determinadas personas. El adicto debe hacer frente y resolver los problemas que intenta evadir a través de una realidad virtual paralela, la cual desplaza, hasta anular en algunos casos, a la vida de relación social.

Cuando se está en presencia de esta adicción, la pregunta suele ser a quién acudir en busca de ayuda. Oliveros explica que "una vez que se ha dado el primer paso que suele ser el más difícil: aceptar que se tiene una adicción, es conveniente buscar ayuda psicológica profesional que lo acompañe en la regulación adecuada del uso de internet o redes sociales. Es que la utilidad que brinda la tecnología hace que la solución no pase por el corte definitivo y absoluto de su empleo. La psicoterapia contribuye además a la elaboración de los conflictos subyacentes que refuerzan estas conductas; siendo la terapia cognitivo conductual la que ha arrojado los mejores resultados en el tratamiento de adicciones’.

Si bien las personas de cualquier edad puede caer en una adicción de este tipo, "considero que el grado de riesgo estaría determinado más bien, por características personales y del entorno del individuo, tales como escasa contención social, baja autoestima, rasgos neuróticos de personalidad, dificultad para controlar los impulsos y expresar los sentimientos, etc.. No obstante, hay estudios que mostraron una mayor vulnerabilidad entre usuarios jóvenes, mayormente de sexo masculino, y el inicio se produciría aproximadamente en el segmento que va de 20 a 30 años de edad’, concluye.

(Fuentes: Mónica Oliveros, Licenciada en Psicología (MP: 256); trecebits.com; lanacion.com; psiquiatria.com; bbc.co.uk).