José Luis Sarmiento tiene treinta años de trayectoria como artesano autodidacta en Albardón. Sus inicios tienen que ver con la arcilla y no hace mucho la diversificación del taller familiar llegó al trabajo de la piedra, específicamente los mármoles travertinos tan emblemáticos de la zona y también los de Pie de Palo. Con ellos fabrican muebles para baño como bachas y mesadas personalizados al gusto del cliente. Desde lo artístico realizan esculturas para los espacios verdes de los municipios o de quienes lo requieran.
Mediante el subsidio obtenido a través de la Línea 1 (250 mil pesos) adquirió un compresor industrial que permitirá mejorar las condiciones de higiene y seguridad de los trabajadores. "El compresor nos va a permitir trabajar con agua al momento del corte y así evitar el polvo en suspensión, esto fue con la primer entrega de 125 mil pesos. El resto será para la puesta a punto de cinco máquinas de corte y pulido que no estaban en funcionamiento y que serán puestas a service de tornería", contó José Luis.
La concreción de esta segunda etapa será cristalizar un sueño: Montar una marmolería para hacer mesadas y además brindar el servicio del pulido en piedras. "Aquí en Albardón salen camionadas de chapas de travertino que se pulen en Buenos Aires, lo que nosotros buscamos es ocupar ese espacio, además de generar mano de obra. Si concretamos lo previsto con el subsidio podríamos contratar a unas cinco personas para el pulido", dijo José Luis.
Según comentó, en breve iniciarán la instalación del compresor neumático en el taller, además de algunas modificaciones del espacio físico.
El taller de los Sarmiento es conocido en lugar, de hecho José Luis es todo un referente en cuanto al trabajo de la arcilla a través de la cerámica y fue pionero en dejar la impronta sanjuanina en otras provincias del país. "El mercado de la cerámica antes solo tenía espacio en el mercado de las pulgas, por eso comenzamos a salir fuera de la provincia y recorrimos el país. Nos fuimos enriqueciendo con el contacto con otros artesanos y es así que 15 años atrás llegamos a vender nuestros productos en Puerto Madero, eran huacos -vasijas rituales- de barro zoomorfos y antropomorfos", recordó José Luis.
"El hecho de andar de feria en feria y con el contacto con otros artesanos, comenzamos a comprender que lo mejor era comenzar a potenciar lo que uno tiene en su zona para dar identidad. ¿Qué teníamos nosotros aquí?, el travertino. Así empezamos con el tallado de travertinos y luego empezamos a incorporar algunas rocas y mármoles de Pie de Palo", concluyó.