Desde hace ya unos tres años, Claudio Karam (empresario) y Guillermo Mercado (enólogo), se reúnen periódicamente con sus amigos para disfrutar de buena comida y buenos vinos. Siempre encuentran un motivo para degustar, reconocer varietales, conocer su historia, jugar a apreciar con qué comida va mejor cada producto. Como suele suceder, las cosas fueron tomando nuevos rumbos y a las reuniones llegaron los amigos de los amigos y hasta surgió la idea de invitar a una persona destacada de la provincia para que contara desde una perspectiva más relajada todo lo referido a su actividad. La idea no sólo prendió sino que también creció. Así pasaron por la mesa de la amistad el ingeniero nuclear, Néstor Patiño, graduado en el Instituto Balseiro, con vasta trayectoria en la Comisión Nacional de Energía Atómica y en Europa donde desarrolla proyectos de avanzada; el presbítero Orlando Sánchez de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced y el Maestro Jesús Ramiro Chinetti, exdirector del Coro Universitario. Esta vez el invitado será Mario Pérez, artista plástico que esta semana inauguró una muestra en la Galería Zurbarán en Buenos Aires, y uno de los pintores argentinos más reconocidos a nivel internacional.
El tema es que cuando el grupo de amigos se enteró de semejante presencia, el número de convocados desbordó las expectativas y decidieron hacerlo en la cava del Hotel Del Bono Park el próximo 30 de agosto a las 21,30.
Esta vez la "juntada de amigos", tomará un cariz diferente que además estará envuelto en obras de Mario, quien dará algunas nociones de cómo mirar una obra de arte, pero fundamentalmente contará algunos aspectos del camino que tuvo que recorrer para llegar al lugar de privilegio que hoy tiene en el mundo del arte.
"Hay un deseo de saber del otro, como hizo para llegar a determinados lugares, y es comprensible porque la vida es corta y acariciar el sueño de cada uno no es tan fácil. Así me gustó la idea de participar entre vinos y buena comida para hablar de cosas que pasé para llegar hasta la actualidad. También hablaré un poco de como disfrutar frente a una obra de arte, porque uno gasta mucho para viajar a lugares con museos de primer nivel y no sabe por donde empezar como quien entra a un lugar llenos de copas y cubiertas y no sabe usar", cuenta Pérez.
Desde su natal barrio rawsino, Capitán Lazo, hasta su arribo a las principales capitales del arte, Pérez contará con algunas anécdotas hitos que marcaron su vida. "Mi decisión fue ser artista y vivir del arte, sin eso no hubiera llegado a ningún lado. Fue difícil porque provengo de una familia humilde, pero nací con una pasión, yo necesito pintar, y luché para lograrlo. Me ayudó mucho Mirta mi mujer que es maestra porque en los años 70-80 acá nadie ponía un peso para promover el arte y había que juntar el peso para viajar, tener materiales para pintar o participar de un concurso. Ahora de grande soy una persona muy agradecida de la vida porque saber por qué la gente elige un cuadro mío y no otro, es un misterio.

