La llegada de inversiones en materia de minería y energía fue una de las grandes apuestas del gobierno nacional para reactivar la economía general y específicamente la de provincias abocadas a estas actividades como San Juan, Salta y Santa Cruz, entre otras. Sin embargo, el arribo de la lluvia de dólares por la gran cantidad de recursos en materias primas sigue sin generarse.
Uno de los motivos se observa en un estudio realizado por la consultora Price Waterhouse para el Banco Mundial, Paying Taxes 2018, donde asegura que Argentina sigue siendo el segundo país con una mayor “tasa total de impuestos y contribuciones” que deben pagar las empresas a nivel mundial.
En la mencionada tabla, nuestro país sólo es superado por la Isla de Comoros, (una pequeña localidad ubicada entre Madagascar y el continente africano). El mismo informe determina que en Argentina se requieren 312 horas para lograr pagar todos los impuestos, un cálculo equivalente a trabajar 39 días hábiles.
“La estructura impositiva del país debe ser más justa para que las empresas mineras cuando ganen mucho, paguen mucho y cuando no se gane nada, no se pague nada. Es una cuestión lógica dentro del mercado. Esta es la única manera de generar inversión para la producción. Insisto, parece como muy simple pero este es el concepto. Si una empresa minera debe destinar el 47% de la producción para pagar impuestos como lo hace Gualcamayo, es porque algo no está bien. De esta manera no podemos ser competitivos ante países donde la carga tributaria en su totalidad asciende al 30%”, explicó el Licenciado Mario Hernández, Director de Relaciones Institucionales y Comunitarias de la empresa Yamana Gold, que en San Juan opera la mina ubicada en el departamento Jáchal.
La gran cantidad de impuestos y contribuciones que deben afrontar todas las compañías que operan en Argentina (entre ellas las mineras son las que más impuestos aportan a nivel nacional) le resta competitividad al país en el mercado internacional, el cual observa con detenimiento donde depositar sus futuros capitales de inversión, la renta que puede percibir y qué tipo de presión tributaria y seguridad jurídica ofrece cada territorio.
En este contexto, Agustín Etchebarne, economista internacional especializado en Desarrollo Económico, Comercialización Estratégica y Mercados Internacionales, elaboró recientemente una lista de impuestos, tasas y contribuciones que debe pagar cualquier empresa que trabaje en Argentina. El resultado fue asombroso, ya que la lista se fue extendiendo hasta llegar a 100, entre aquellos impuestos nacionales, provinciales y municipales.
Etchebarne explicó que la complejidad y desmesura del sistema “impositivo-opresivo” es lo que explica que Argentina posea un tercio de su economía en negro. Y profundizó: “El propio presidente Macri reconoció el problema cuando dijo textualmente que los impuestos nos están matando. Pero su propuesta de reforma fue demasiado gradual. En el mejor de los casos, cuando termine la reforma dentro de cinco años, solo habremos mejorado algunos lugares en el mencionado ranking. Cuando se está en el peor lugar de la tabla, se requieren reformas corajudas y ambiciosas para lograr un cambio que genere un entusiasmo inversor”.
“Cuando se está en el peor lugar de la tabla, se requieren reformas corajudas y ambiciosas para lograr un cambio que genere un entusiasmo inversor”.
(Agustín Etchebarne, economista internacional)
100 impuestos, tasas y contribuciones nacionales, provinciales y municipales deben afrontar las empresas que trabajen en el país, según el estudio realizado por el economista internacional Agustín Etchebarne.
“Existen problemas de competitividad en toda la industria”
-¿Cómo ve el futuro de la exploración minera en el país con la carga impositiva que existe actualmente?
-El futuro lo termino soñando con valores o precios altos, porque sinceramente no estamos preparados para los precios bajos. Y la economía, ya sea produciendo soja, textiles, metales, etc, debe estar preparada para los ciclos donde los valores no son buenos. Evidentemente existe un problema de competitividad, pero no es sólo competitividad minera, sino de toda la industria. La idea es que cuando esa industria gane mucho, lo comparta con la gente a través de impuestos. Pero cuando no se gana, es imposible seguir sosteniendo la misma carga tributaria.
-¿En San Juan se hace notar la gran presión tributaria y el hecho de que no se traduzca esta recaudación en nuevos incentivos para la minería o la comunidad?
-En este sentido creo que sí, no puede ser que los dos departamentos con menor densidad poblacional en la provincia de San Juan y con muchas necesidades básicas sean los que más exportan en materia minera. Si está sucediendo eso es porque algo no está bien, yo entiendo la sensibilidad del tema, pero más allá de las leyes y del aspecto tributario, es fundamental ver como reordenar la carga impositiva para poder utilizar parte de la misma para darle continuidad a la minería, especialmente a la exploración, que es la madre de toda la actividad extractiva. Es decir, las empresas mineras cada vez destinan menos porcentaje a la reinversión en materia de exploración y eso no es nada bueno.